El teatro callejero resistió al conflicto en Zambrano, Bolívar
Las calles de Zambrano (Bolívar), municipio que integra la subregión Montes de María, se convirtieron en el escenario ideal para hacer memoria a través del teatro y narrar los horrores de la guerra que vivió esta población. Sin importar el riesgo que representaba, se comenzó a gestar el teatro callejero como el arma más poderosa para hacerle frente al dolor y construir paz.
“Cuando en los Montes de María la violencia comienza a ser cruda, ya uno comienza a escuchar es masacres, asesinatos, desapariciones y se vuelve una constante. Entonces yo sentí la necesidad de usar el teatro como una estrategia para mostrar la crudeza de la violencia”, recuerda Jony Vergara Chamorro, gestor cultural y fundador del Taller Cultural La Calle.
Bajo un árbol de mango en el patio de su casa, con la excusa de reunirse a tomar tinto, Jony y otras personas comenzaron el diseño de los primeros libretos, mientras se escondían de los grupos armados que hacían presencia en el municipio. La Cruz Roja también fue otro escondite para comenzar a practicar las obras que iban a poner en escena para los habitantes de Zambrano.
“Una de las mejores cosas que pasó fue ese grupo porque nos refugiamos mucho durante la violencia. Ahí plasmamos nuestro dolor a través del teatro La Calle, en contra de los violentos porque era una protesta, nos cansamos de tanta violencia que había en nuestro municipio”, explica Blanca Noguera, gestora cultural y quien también hizo parte de esta iniciativa de teatro callejero.
Teatro y conflicto
De acuerdo con la Unidad para las Víctimas, a corte de septiembre 30 de 2021, se encuentran reconocidas como víctimas del conflicto armado 220 mil 308 personas en Montes de María, lo que representa el 56% de la población de los 15 municipios que conforman esa subregión.
Mientras tanto, en Zambrano el número de personas reconocidas como víctimas es de 8 mil 830, lo que representa el 71 % de la población de este municipio. Por ello, la apuesta del teatro callejero, para alejar a niños, niñas y jóvenes de esa realidad. Una alternativa para expresar y sanar las heridas de mujeres y hombres que perdieron a sus familiares en medio de la violencia.
A medida que iban pasando los años, las temáticas, los valores y las situaciones plasmadas en las obras de teatro iban cambiando. Hoy que el conflicto armado se ha ido, quieren seguir acompañando a los niños de Zambrano en su formación humana.
“Una transformación social muy buena porque el teatro te permite tocar sentimientos, te permite enseñar valores, los derechos humanos, pero también los deberes que tienes como persona”, señala Norelis Vergara, integrante del Taller Cultural La Calle.
El FM para contar las historias
Historias de resiliencia y paz en Montes de María como la del teatro callejero, se han podido visibilizar desde la llegada a Montes de María de la emisora de paz de Radio Nacional de Colombia. Sus estudios ubicados en San Jacinto (Bolívar), han permitido conectar las voces de esta subregión a través de la radio.
“Les aporta mucho a los jóvenes, de pronto viéndola aquí transformando, a los jóvenes de pronto les gustaría estudiar comunicación social y de pronto transformar el territorio. Crecimos escuchando las radionovelas y su llegada le ha ayudado mucho a mi mamá porque le ha permitido recordar su pasado”, relata Blanca Noguera.
Por su parte Emilio Archila, consejero presidencial para la Estabilización y Consolidación, asegura que las emisoras de paz representan la llegada del Estado a estos territorios.
“Una de las expectativas de las comunidades es que el Estado llegue y que el sector privado llegue y que las cosas cambien. Para quienes viven solo en Bogotá el tema de la radio no es tan poderoso, en nuestras regiones el medio de comunicación es la radio. Lo que ha significado esto es un avance muy importante en que lleguemos a donde antes no estábamos llegando”, sostiene.
Para Jony Vergara, el trabajo realizado desde el teatro callejero representó una verdadera transformación social. Resalta que esas historias se seguirán reivindicando desde las emisoras de paz.
“Hubo un proceso que se hizo en beneficio de un país que lo necesita. Ojalá todos tuviéramos la oportunidad de hacer teatro, de bailar, de pintar, porque yo nunca he visto un artista pintar con un fusil”, afirma.
