Economía solidaria, factor de desarrollo económico y social en el Huila
Las 117 cooperativas y organizaciones solidarias que hay en el departamento del Huila tienen como asociada a casi la mitad de sus habitantes (más de 456 mil personas), y se consolidan como uno de los sectores más dinámicos en la economía y la vida de muchas comunidades, con impacto en áreas estratégicas tan importantes como el transporte, los servicios funerarios, el crédito popular, la caficultura y la educación.
El Huila es, de hecho, uno de los territorios con mayores cifras de personas asociadas a una cooperativa en Colombia -más de 100 por cada mil habitantes-, una sorprendente escala que comparte en el país con Bogotá, Valle, Antioquia, Quindío y Santander, entre otros, de acuerdo con un informe de la Asociación de Cooperativas y Empresas Solidarias de este departamento (Asocooph).
Para Israel Silva Guarnizo, director de Asocooph, esta presencia masiva de la economía solidaria en el Huila tiene raíces sociales profundas. “Es un cooperativismo ligado a la base, a la comunidad, que se refleja en educación e inclusión”, señala.
“Más allá de una relación exclusivamente económica y empresarial, al otorgar un crédito o algún otro beneficio, que también se da, las cooperativas en el Huila se han volcado en servicios a la comunidad, generando una importante inclusión financiera a la cual no llega la banca tradicional”, indica el directivo.
Además de las cooperativas, el modelo recoge otras necesidades de la ciudadanía, como los servicios exequiales, el transporte y apoyo al campo, especialmente en la caficultura. En este último, dos empresas que cubren todo el Huila son eje central de la estabilidad en los precios al productor.
Otro beneficio que se destaca es el apoyo que las cooperativas brindaron para fortalecer la educación pública entre 2005 y 2018, con aportes por 70 mil millones de pesos. La inversión llegó a colegios y también a las universidades Surcolombiana y Abierta y a Distancia, UNAD. “La disponibilidad de estos recursos fue modificada por la penúltima reforma tributaria. Así, perdieron las comunidades, los territorios y las instituciones de educación”, expone Silva Guarnizo.
Para el directivo gremial, el futuro de la economía solidaria en el Huila busca dar nuevos pasos, en especial hacia zonas rurales, en procura de incorporar el exitoso modelo de apoyo a la caficultura.
“Ahora esperamos ‘cooperativizar’ el campo, un proyecto para robustecer el modelo asociativo para el desarrollo rural, para que pequeños y medianos productores se asocien, de manera que mejoren la productividad, la asistencia técnica, el acceso a recursos y la comercialización”, explica el director de Asocooph.
