El Troncal de Arauquita, un pueblo con olor a paz y chocolate
Al llegar a El Troncal (Arauca) la primera sensación para el visitante es que se llega a una fábrica de chocolate a cielo abierto, el aroma que se siente en el ambiente es el de cacao recién tostado, en las esquinas del pueblo hay venta de productos derivados del mismo y todo parece una feria permanente.
La población de El Troncal es un corregimiento con tradición cacaotera ubicado en el municipio de Arauquita, en sus pequeñas calles rodeadas de árboles lo primero que se siente en el olfato es el fino aroma del cacao arauquiteño. Este centro poblado está ubicado a orillas del río Arauca que demarca la frontera con Venezuela, y se encuentra en plena vía que comunica con la capital del departamento; es una parada obligada para los viajeros quienes desean llevar de regalo los típicos dulces o barras de chocolate.
Corría el año de 1767 cuando los primeros colonos comenzaron con el cultivo de cacao en Colombia, pero fue hasta el año 1989, hace aproximadamente 30 años, que varias familias se establecieron en esta zona de Arauquita para cultivar cacao y ganarle un espacio a la violencia que ha marcado la historia de estas tierras.
En la plaza principal del pueblo se encuentra el monumento al cacao, en su placa reza una frase célebre con que Arauquita se proyecta al mundo por medio de su producto insignia y que fue descrita por el exgobernador José Facundo Castillo Cisneros: “Sembramos cacao y cosechamos paz y tranquilidad”.
Así lo reconoce Hugo Castro, uno de los agricultores y productores de cacao más reconocidos de El Troncal en Arauquita, él es hijo de uno de los primeros productores de cacao y en la actualidad es el presidente del Consejo de Administración de la Cooperativa Comprocar, una de las de mayor producción de cacao en Arauca.
“A El Troncal le dicen el pueblito cacaotero, todo se da por la cultura de siembra de este producto que fue gestada por nuestros padres que llegaron hace más de 30 años para sembrar (…) nuestro cacao es de los mejores, hemos ganado premios como el ‘Cocoa Awards’ otorgado en el salón del chocolate en París, por eso el chocolate de Arauca es reconocido por su fino sabor y aroma”, recalca Hugo.
Para Castro, la producción de cacao es un reconocimiento a más de 5 mil familias productoras que le hicieron quite a la violencia generada por los grupos subversivos y la delincuencia común, para posicionar el cacao araucano como el mejor del mundo por su calidad, sabor y aroma, aseguró.
“Comprocar ha llegado a vender unas 1.500 toneladas de cacao al año, incluso en su momento fuimos una de las cooperativas que más comercializamos cacao en Colombia; contamos con aliados comerciales como Casa Luker que le dan valor agregado a nuestro cacao y nos permite vivir en paz y armonía”.
En la actualidad, en la Cooperativa de Comprocar cuentan con 150 productores socios, y 700 proveedores que le venden el cacao a la cooperativa, organización de agricultores que recibe el cacao en babas, luego las fermenta, las secan al sol, las tuestan y las empacan en sacos de fique para distribuirlas a nivel nacional e internacional, esta asociación de arauquiteños cuenta en el momento con 500 asociados, familias que decidieron que la producción de cacao es el mejor camino para el futuro.
La producción de cacao le está permitiendo a los arauquiteños superar las dificultades generadas por los actos violentos, hoy esta población del departamento de Arauca es una de las prósperas de la región gracias a la resiliencia de sus habitantes que mantienen sus cultivos de cacao al margen del conflicto.
Arauca es el segundo departamento productor de cacao en Colombia después de Santander. Según la Secretaría de Desarrollo Agropecuario y Sostenible del departamento, son cerca de 18 mil hectáreas cultivadas por 6.500 familias que viven del cacao, lo que significa unas 10 mil toneladas al año.
