Argentina dejó escapar en la recta final una victoria de visitante ante Colombia y tuvo que conformarse con un empate 2-2 este martes en Barranquilla, por la octava fecha de la eliminatoria sudamericana hacia el Mundial de Catar-2022.
El defensor Cristian Romero abrió la cuenta para la Albiceleste a los 3 minutos con un cabezazo y el mediocampista Leandro Paredes amplió la ventaja cinco minutos después, eludiendo a varios jugadores de la blanda defensa colombiana.
En el segundo tiempo Colombia salvó la noche: Luis Muriel descontó de penal al minuto 51 tras un codazo irresponsable de Otamendi sobre Mateus Uribe en el área grande, y Miguel Borja igualó de cabeza a los 90+4.
El partido se disputó mientras manifestantes y policías antidisturbios chocaban en los alrededores del estadio Metropolitano, que tuvo público en las graderías tras la decisión del gobierno de autorizar un 25% de aforo, pese a la explosión de contagios y muertos por la pandemia.
Los argentinos llegaron a 12 puntos y escoltan al líder Brasil, que tiene un puntaje perfecto de 15 unidades en cinco partidos disputados. Colombia llegó a 8 unidades y escaló a la quinta casilla, que reserva un cupo para el repechaje intercontinental.
Ecuador, con 9, y Uruguay, que suma 8 pero aventaja a Colombia en la diferencia de gol, completan el grupo de cuatro clasificados directos.
"Salimos a presionar, convertimos dos goles, lamentablemente en el segundo tiempo no lo pudimos aguantar, creo que se nos notó el cansancio", admitió el atacante argentino del Inter de Milán Lautaro Martínez.
Fiesta arruinada
La dicha de los aficionados que volvieron a las gradas del Metropolitano por primera vez en 15 meses duró muy poco.
Al tercer minuto de juego el argentino Rodrigo De Paul lanzó un centro perfecto de balón parado desde la derecha. El central Cristian Romero sorprendió a la zaga colombiana con un cabezazo violento que batió la resistencia de David Ospina. Primer gol para el jugador del Atalanta italiano con la albiceleste en su segunda presentación con la selección mayor.
Los argentinos olieron sangre y fueron por más.
Apenas cinco minutos después, los de Scaloni volvieron a superar a los defensores colombianos a la salida de un balón parado. Leandro Paredes recibió en el borde del área tras una seguidilla de rebotes, trazó un eslabón entre las piernas de cuatro defensas y definió abajo de zurda para poner el segundo.
Arrinconado por el rival, el DT colombiano Reinaldo Rueda cambió el esquema antes de la media hora de juego. El volante central Jefferson Lerma abandonó el campo al minuto 29 para dar sitio al goleador del Atalanta, Luis Muriel.
Scaloni también se vio obligado a hacer un cambio antes del descanso. El portero Emiliano Martínez quedó lesionado tras un duro choque con Yerry Mina y Agustín Marchesin ocupó su lugar.
Patada al tablero
En el descanso, Rueda terminó de deshacer su planteamiento defensivo para ingresar al talentoso enganche de Boca Juniors Edwin Cardona, y al goleador del Junior de Barranquilla, Miguel Borja. Sin embargo, el descuento llegó más por un error del rival que por mérito de los cafeteros.
Comenzando la segunda parte, el zaguero Nicolás Otamendi le propino un codazo inexplicable a Uribe en el área grande. Bien posicionado, el árbitro chileno Roberto Tovar sancionó un penal que Muriel cobró con sutileza para reducir la ventaja e ilusionar con la remontada.
Con tres delanteros netos en cancha los cafeteros se jugaron por el empate descuidando la defensa. Messi, de tiro libre, y Lautaro, tras una habilitación brillante del astro del fútbol, pudieron sentenciar el partido pero se chocaron con un Ospina inspirado.
La arremetida colombiana rindió fruto en los descuentos. Con Argetina metida en su propia área, Cuadrado colgó un centro preciso que Borja martilló con la cabeza para desatar la locura en las gradas, que celebraron el empate como una victoria.