Familia de Sergio Urrego alerta que su caso podría prescribir
La familia de Sergio Urrego, el joven que en 2014 se quitó la vida por presunta discriminación de género, advirtió que el proceso judicial contra la exrectora del Colegio Gimnasio Castillo Campestre, Amanda Azucena Castillo, está a horas de prescribir por vencimiento de términos.
De acuerdo con la madre del menor de edad, Alba Reyes, el 15 de mayo vencerían los términos de los dos cargos imputados contra Castillo, falsa denuncia y ocultamiento de pruebas, por los que ya fue sentenciada en primera instancia, pero apelados ante el Tribunal Superior de Bogotá.
"Solo espero como madre que el tiempo de espera no sea extenso, ya que el 15 de mayo, se vencerían los términos (...) sigo creyendo en la justicia colombiana y que pueda dar sentencia antes del 15 de mayo y ella (Castillo) no pueda burlarse por estos hechos", dijo Reyes.
El proceso llegó en las últimas horas por reparto a un magistrado que tendría que tomar la decisión hoy, 14 de mayo, para que Castillo, no quede en libertad y cumpla la condena de 10 años y 8 meses que le fue impuesta por un juez en abril de este año.
Si el caso prescribe, no podría aplicarse la condena y los acosos y engaños de los que fue víctima el menor de edad, por parte de la exrectora, quedarían en la impunidad.
Cabe recordar que, en juicio, la Fiscalía General logró demostrar que Castillo presionó a los padres de Danilo Pinzón, pareja sentimental de Sergio Urrego para la época, para que interpusieran una denuncia en contra del menor por supuesto acoso sexual, bajo la amenaza de que si no lo hacían Pinzón no podría seguir en el colegio.
Además, la exrectora también habría hecho que los menores de edad revelarán su identidad de género a sus familias pese a no estar listos y los habría perseguido pese a que no hacía lo mismo con las parejas heterosexuales.
Esta denuncia, sumada a la discriminación contra Urrego habrían sido las causas por las cuales decidió quitarse la vida en el centro comercial Titán Plaza, al noroccidente de Bogotá y las mismas por las que Pinzón, ya hoy mayor de edad, aseguró que le quedaron secuelas de por vida.
