Hormiguero pico de hacha, clave de la identidad ambiental en Ocaña
Solo hay dos lugares en el mundo donde hace presencia el ave hormiguero pico de hacha, uno de ellos es la vereda Agua de la Virgen, en Ocaña. De acuerdo a Alejandro Lemus, fundador de la red animal, es una especie que se creía extinta desde 1965.
“Fueron más de cuarenta años sin tener rastro de él, después del año 2007 se encontró un registro del hormiguero pico de hacha, siendo está especie casi endémica del departamento. Después de Ocaña, solo se tiene registro en la serranía del Perijá en Venezuela”.
El hormiguero de Torcoroma, como también se le conoce, sobrevuela los aires con sigilo, y con sus colores particulares, entre hembra y macho, marcan territorio.
Lemus explica que se caracteriza porque “es un pájaro que vocaliza muy bien, es de color negro, de unos 10 a 13 cm, y la hembra es de color marrón. Su particularidad además es que su pico tiene la curvatura para arriba, en forma de hacha”.
Entre el baile cotidiano que desarrolla, suele conseguir su alimento preferido: los insectos. Aquellos que se esconden en medio de los carrizos y que se encargan de buscar haciendo uso de su afilado pico.
“Está documentada la técnica en que se alimentan, gracias a la forma de su pico, ellos rompen en donde encuentran las larvas de insectos. Además, una de sus características es que son muy esquivos, lo que los lleva a que la búsqueda de su alimento sea precisa”, agrega Johanna Gelvez, coordinadora de la red animal.
De acuerdo al monitoreo que mantiene la red, son cerca de 40 individuos de esta especie que hacen presencia en la reserva.
“Las diferenciamos por su sonido, ellos se caracterizan por emitir un clip repetitivo que los diferencia de las demás y eso nos lleva a generar expectativa que en toda la zona existen más aves y muchas más especies”.
La reserva de aves
Por lo menos once años pasaron desde que la fundación Proaves, compró un relicto de bosque que permitió que este espacio se convirtiera en un tesoro para las aves en la región.
“Tenemos una gran variedad, una diversidad biológica impresionante. Lo que queremos es ampliar el horizonte de más personas de nuestra tierra, muchas veces vienen a ver una especie y se sorprenden cuando ven una urraca. Esa sorpresa de la comunidad la estamos transformando en conciencia y sensibilización”, añade Alejandro.
En esta vereda se ubica, el epicentro de la reserva de aves más importante en la región, y que se convierte en el resguardo de por lo menos 40 especies más. “Aquí nos encontramos con Tres clases de hormigueros, 8 de tangaras, 5 o 6 de aves migratorias (reinitas o cucos) y colibríes”.
Cerca de 20 km separan la reserva con el casco urbano de Ocaña. De allí, a un costado de la carretera y sobre caminos empinados, plagados de guaduas, llevan a divisar lo que mantiene al municipio como potencia en el eco turismo, agrega Johanna.
“Aquí, fácilmente podemos descubrir un bosque muy rico en especies nativas, tenemos ardillas, osos perezosos, armadillos, zarigüeyas, reptiles, anfibios, que además le permiten convertirse en una pieza clave para el desarrollo territorial”.
Moradores de la zona, aseguran que se trata de un territorio que necesita de toda la protección de las autoridades. Así mismo, de todo un esfuerzo humano para no volver a atravesar los caminos de la extinción; y así disfrutar de los regalos de la vida explica Nora Pinto, ambientalista.
“La comercialización ilegal de las aves y la amenaza contra su hábitat por las actividades del hombre, son uno de los pocos factores que llevaron a esta especie a que se creyera extinta por parte de los investigadores. Debemos enamorarnos de la naturaleza, de la observación de todo lo que nos rodea”.
El ave hormiguero pico de hacha, hoy por hoy, es la clave de la identidad ambiental en la provincia de Ocaña y la región del Catatumbo. De la mano del hombre, lucha por sobrevivir entre viajes certeros en medio de las inclemencias territoriales.
