La deforestación y sus impactos: un llamado a detener la pérdida de bosques
La deforestación altera las relaciones que se dan en el ecosistema, ya que incide en “la pérdida de las especies que componen el bosque y de las estructuras”, así como “el cambio total de los atributos”. En palabras de César Suárez, ingeniero geólogo, es “un fenómeno dinámico, que cambia de acuerdo con los contextos que se dan en la región, donde no solamente un actor, sino la sinergia de muchos agentes son los que están contribuyendo en la deforestación”.
Suárez asegura que la flora y la fauna en los territorios “pueden ser usadas por el hombre” y al perderse, restan los servicios ecosistémicos, culturales, alimentarios y de regulación del clima que proveen.
“Hay unas relaciones culturales en las comunidades indígenas, negras con estos aspectos relacionados con el ecosistema. Entonces, esas relaciones culturales, sitios sagrados para las comunidades, al deforestarse, se están perdiendo”, agrega el ingeniero Suárez.
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Entre 1990 y 2020, el mundo ha perdido 178 millones de hectáreas de bosque, según un informe de la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y Agricultura (FAO), sin embargo, advierten que la cifra ha disminuido con el tiempo, así como un incremento en la superficie forestal.
La pérdida de bosques anual de 1990 al 2000 fue de 7.8 millones de hectáreas, del 2000 al 2010 era de 5.2 millones de hectáreas y entre el 2010 y 2020 se reportaron 4.7 millones de hectáreas. El informe de la FAO atribuye el descenso en la cifra durante los últimos 10 años a la reducción en la tasa de expansión en los bosques.
Panorama colombiano de la deforestación
El panorama colombiano expone que entre 2001 y 2021, fueron deforestadas 3.182.876 hectáreas de bosque, de acuerdo con el Instituto de Hidrología, Meteorología y Estudios Ambientales (Ideam), donde 1.858.285 de hectáreas corresponden a la región amazónica colombiana.
Los departamentos con mayores afectaciones mencionadas por la entidad en ese periodo son Meta, Caquetá, Guaviare, Putumayo, Norte de Santander y Antioquia.
Este informe del Ideam muestra que en el primer trimestre del 2021 se deforestaron 45.500 hectáreas y en el segundo trimestre 1.580 hectáreas. El Ministerio de Ambiente hace contraste con las cifras del primer periodo del 2022, que era de 50.400 hectáreas y en el segundo 2.060 hectáreas de bosque.
El ingeniero Suárez destaca que, “en términos de la conciencia ambiental, nosotros como habitantes de este planeta, venimos aumentando en esa conciencia”, sumado a las acciones en los gobiernos por incluir en los “planes de desarrollo y parte de los compromisos internacionales en esas conversaciones, metas a detener el deterioro ambiental, y en este caso, la deforestación”.
A pesar de la respuesta que se generó a nivel mundial para frenar y proponer estrategias que detengan la deforestación para 2030, el experto advierte que “todavía es mucho lo que hay que hacer, pero creo que nosotros necesitamos promover ese positivismo”.
“Hay ciertos sectores que ven estas áreas una oportunidad para el desarrollo de sistemas productivos que reemplazan los bosques, desde una perspectiva económica y de capital, pero soy positivo en que cada día hay una conciencia ambiental generalizada y que hay mayor compromiso en los países para promover estrategias para detener la deforestación”, concluye Suárez.
