La asamblea de gobernadores del Banco Interamericano de Desarrollo (BID) destituyó este lunes a su presidente, Mauricio Claver-Carone, después de que una investigación concluyera que mantuvo una relación íntima con una subalterna, quebrantando las normas de la institución.
Claver-Carone "cesará en sus funciones como presidente del banco, con efecto el 26 de septiembre de 2022", afirma el BID en un comunicado.
Le sustituirá la vicepresidenta ejecutiva, la hondureña Reina Irene Mejía Chacón, bajo la dirección del directorio ejecutivo, hasta que se elija a un nuevo presidente.
Claver-Carone fue impulsado al cargo por el entonces presidente estadounidense Donald Trump en 2020, rompiendo así con la tradición de que el puesto de esta entidad financiera recayera en un latinoamericano.
La máxima autoridad del BID, integrada por ministros de Finanzas de sus 48 países miembros, decidió cesarle en una votación electrónica iniciada el pasado viernes.
En los últimos días la tensión en el mayor banco de desarrollo de América Latina alcanzó un punto álgido, después de que se revelara que el directorio ejecutivo había votado por unanimidad recomendar la destitución de Claver-Carone.
La investigación, llevada a cabo por el bufete de abogados Davis Polk, estableció que Claver-Carone infringió el código ético de la institución al mantener una relación sentimental con una empleada del banco, a la que habría dispensado un trato de favor.
El funcionario estadounidense, hijo de un español y una cubana, con trayectoria en la Casa Blanca, el Fondo Monetario Internacional y el Tesoro y conocido por sus críticas a Cuba y Venezuela, siempre ha negado los señalamientos en su contra y ha afirmado que la investigación es "arbitraria" y el resultado de una artimaña política para sacarlo de sus funciones.
"El Grupo BID y sus equipos siguen operando con normalidad", afirmó el banco este lunes por la tarde.
Caído en desgracia
Claver-Carone llegó al BID y se va de él, envuelto en polémica.
La decisión de Trump de presentar un candidato irritó a Argentina, Chile, Costa Rica y México, porque rompía un pacto tácito en virtud del cual es un latinoamericano quien debe llevar la batuta del BID. Estos países consideraban además que sentaba precedente.
Los últimos meses también han sido convulsos desde que el banco decidió abrir una investigación independiente sobre Claver-Carone tras recibir una denuncia anónima que le acusaba de mantener una relación íntima con una subalterna.
En la Cumbre de las Américas celebrada en junio, el presidente estadounidense, Joe Biden, quien derrotó a Trump en las urnas, sorprendió proponiendo una "reforma ambiciosa" del BID, mientras que los altos cargos evitaban salir en la foto al lado de Claver-Carone.
En los últimos días, en declaraciones a la prensa, varias fuentes del banco acusaron a Claver-Carone de no cooperar con la investigación y de criticarla, además de negarse a entregar un teléfono móvil que le proporcionó la institución financiera.
El BID nació en 1959 y es una de las principales fuentes de financiamiento a largo plazo para el desarrollo económico, social e institucional de América Latina y el Caribe.
Los tres principales accionistas del banco -Estados Unidos, Argentina y Brasil- poseen juntos casi el 53% de los derechos de voto.
Antes de Claver-Carone tuvo cuatro presidentes: el chileno Felipe Herrera, el mexicano Antonio Ortiz Mena, el uruguayo Enrique Iglesias y el colombiano Luis Alberto Moreno.