La alegría y el cariño maternal, características de Ruby Ariza, lideresa en Montes de María

A sus 47 años, Ruby del Carmen Ariza Rodríguez sabe lo que es enfrentarse a la vida y luchar por sus sueños y su comunidad. Nacida y criada en el municipio de Zambrano en Bolívar, llegó en 1998 a San Jacinto, un municipio vecino, producto del desplazamiento forzado, el hecho victimizante con mayor recurrencia en Montes de María.

La vocación por liderar procesos en favor de la población víctima del conflicto y de las mujeres ya venía con ella desde la tierra del 'Encanto del Peñón'. Sin embargo, fue en la tierra de 'La Hamaca Grande' donde se materializó su proceso de empoderamiento y liderazgo.

"Lo primero que me llamó la atención fue el tema del liderazgo, pero veía que la figura masculina era la que prevalecía en esos espacios. En 2011, un amigo me dijo que se iban a conformar las mesas de víctimas, que si quería participar. Tomé la decisión y fui una de las fundadoras de la mesa de San Jacinto, junto a cuatro mujeres", recuerda Ruby.

Pasaron los años y con ello aumentó la participación de las mujeres en la mesa, llegando a ser el 80% de la población. Producto de capacitaciones con entidades no gubernamentales, llegaron hasta Bogotá y de ahí gestionaron la llegada de la Unidad de Víctimas al territorio, lo que permitió que se atendiera a cerca del 95% de la población víctima del municipio.
 

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Ese es su rol como lideresa, pero ante todo, ella es mamá. Tiene cuatro hijos a quienes considera su motor y su pilar. Su mayor orgullo ha sido crecer en el empoderamiento rodeada del apoyo de ellos, a quienes también ha inspirado.

"Eso de ser madre lo he manejado de una manera loca", dice entre risas. "Un hijo no es un impedimento para una mujer cuando quiere cumplir sus sueños, y por eso incluí a mis hijos en mis planes. Si me tocaba llevármelos a algún lado u otro, lo hacía. Por eso, ellos crecieron viendo mi liderazgo y ahora ellos también están involucrados como agentes de cambio en la sociedad", contó mientras sus ojos se iluminaban al pensar en lo mucho que para ella representa ser mamá en su papel de lideresa.

"Cada vez que voy a formular o poner en práctica una iniciativa, lo que más sale a flote es ese lado maternal donde quiero que los que están a mi alrededor estén bien. La verdad es que la parte maternal dentro del liderazgo juega un papel muy importante", reiteró Ruby.

Alcanzar la paz en el territorio, consolidar procesos de reconstrucción de tejido social y transmitir un mensaje de convivencia, reconciliación y empoderamiento son algunos de los objetivos que Ruby persigue todos los días. Además de su experiencia en la mesa de víctimas, también integra el Consejo de Paz de San Jacinto y representa a la Asociación Agropecuaria y Artesanal Mujer Rural y Emprendedora del municipio.

"En esa labor de impulsar y aportar a la paz en el territorio, yo digo que haber impulsado a muchas mujeres a organizarse ha sido el mejor aporte porque ellas, cada una desde sus organizaciones, han hecho sus aportes muy valiosos, y son tan apasionadas de estos temas que siempre están en pro y en la búsqueda de aportar y aprender".

En cualquier espacio en el que se desempeñe, la alegría y el cariño maternal son aspectos que siempre la caracterizan. Con gran emoción, dice ser cien por ciento sanjacintera y zambranera, pero sobre todo colombiana, país por el cual seguirá trabajando cada día en la consolidación de la paz.