Elsi Quintana, la madre que echó a florecer la semilla de la paz en María la Baja

En la tierra donde el bullerengue nunca pudo ser silenciado y el tejido de las mujeres de Mampuján sigue hilando historias de resistencia, como alicientes para los dolores que dejó el conflicto armado, nació la líder y defensora de derechos humanos Elsi Quintana Simanca, un 29 de diciembre de 1968 en María la Baja, Bolívar, uno de los 15 municipios que conforman la subregión de los Montes de María.

Pero Elsi no es solo líder, también es madre de seis hijos. Esos tesoros, como ella misma los llama, y con los que se vio obligada a salir desplazada por la cruda violencia que azotó a Mampuján, corregimiento de María la Baja, donde se registró una de las peores masacres en el año 2000.

"Yo en el mismo momento que pasó la plomera entre el ejército por aire y la guerrilla por tierra, veníamos por la carretera a vender un cartón de huevos y yo traía a mi niño de cuatro años. Empezó la plomera y nosotros nos tiramos a un pozo y las balas caían a los alrededores de nosotros y por el sonido de las balas mi hijo quedó sordomudo", narró.

Para esta madre y defensora de derechos humanos, sus hijos han sido la principal fortaleza para aguantar los golpes más duros que le dejó la violencia, como la pérdida de su compañero. Sacó fuerzas de esas que parecen innatos poderes de las madres y hoy visibiliza los derechos de las mujeres que perdieron parte de su vida en el marco de la ensañada violencia, como representante legal de la asociación de mujeres viudas por el conflicto armado (ASOMARIA).
 

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"Trabajo con las familias de los desaparecidos en un fortalecimiento. Para ver qué ha pasado con esas personas desaparecidas del municipio de María La Baja", precisó la líder.

Fue el dolor en carne propia, las lágrimas vivas y la amargura de no querer repetir la misma tragedia, lo que motivó a Elsi a luchar por el empoderamiento de las mujeres, y muchas madres de María la Baja.

"Ser madres bajo todos esos conflictos, todos esos tormentos que no hemos dejado de pasar nunca en los Montes de María, a mí me ha fortalecido ser madre. Los hijos son la luz que Dios le dio a uno, han sido mi motor", expresó con entusiasmo.

Esta es solo una parte de la historia de lucha y resistencia de Elsi Quintana Simanca, una mujer de 56 años de edad que, aunque el conflicto armado le arrebató parte de su vida, no ha dejado de creer en la paz y mucho menos de confiar en que el amor de las madres lo puede todo y ella es su propio ejemplo.

"Nosotras en los Montes de María nos sentimos las mamás capaces de seguir adelante. Soy una líder incansable, no solo en mi comunidad sino también en todas las veredas de María la Baja. Cuando a una mujer la tocan, ahí estoy yo como madre, me duele cualquier mujer, y ese es el mayor orgullo porque las mujeres se sienten respaldadas por Elsi Quintana", concluyó con contundencia.

Incentivar a las madres jefas de hogar y viudas a creer en sí mismas ha sido parte de la semilla de paz que la sobreviviente del conflicto armado, Elsi Quintana, echó a florecer en María la Baja, Bolívar.