Comisionado de Paz mantiene posición del Gobierno sobre diálogos con el ELN
Durante un debate de control político en la Comisión Segunda del Senado, el alto comisionado para Paz, Miguel Ceballos, negó que el Gobierno Nacional haya intervenido en la decisión de Estados Unidos de no incluir a Cuba en la lista de países que colaboran en la lucha contra el terrorismo.
En presencia de senadores de oposición que llamaron al debate, como Iván Cepeda y Antonio Sanguino, Ceballos indicó que no se ha reunido con funcionarios de la Casa Blanca para discutir la inclusión de Cuba. Sin embargo, explicó que en el marco de sus funciones está facultado para sostener reuniones con representantes de gobiernos.
“En el marco de las funciones del Alto Comisionado para la Paz, estoy facultado para sostener reuniones con representantes de los gobiernos, siempre bajo la articulación de la Cancillería colombiana”, dijo Ceballos.
Asimismo, indicó que su gestión no ha entorpecido los acuerdos de paz, y sobre el ELN aseguró que ese grupo debe cumplir con las condiciones para la reactivación de las conversaciones.
“Queremos insistir al ELN que tome en serio la posibilidad de una paz real, una paz que nos permita pasar la página de la violencia. Hemos sido absolutamente claros en este gobierno: no hay protocolo que esté por encima de las obligaciones internacionales”, indicó.
Por su parte, el senador Iván Cepeda, del Polo Democrático, al referirse a la gestión del Alto Comisionado de Paz, aseguró que “los esfuerzos del doctor Miguel Ceballos se han dirigido a intentar minar todos los pilares esenciales de cualquier política de paz presente o futura”.
A lo largo de su exposición, Cepeda hizo un detallado análisis de la labor del alto funcionario y anunció que, “puesto que sabemos que no renunciará”, junto al senador Sanguino, elevará una queja disciplinaria ante la Procuraduría “por violar la Constitución, lesionar el derecho a la paz, incumplir con la implementación del Acuerdo de Paz, y actuar con probada mala fe en cada una de las responsabilidades que le corresponden en su cargo”.
El senador agregó que, por esas acciones, “la primera consecuencia es la de poner en cuestión la credibilidad del Estado colombiano ante la comunidad internacional, con los efectos adversos que ello tendrá para futuras negociaciones de paz, las cuales hoy no se ven en el horizonte”.
