Entender en lugar de resistir es el lema que guía a televisiones educativas de América Latina frente a la inteligencia artificial (IA), a la que se adaptan paulatinamente entre fascinación e incertidumbre.
Reunidos en México, representantes de la Asociación de Televisiones Educativas y Culturales de Iberoamérica (ATEI), que agrupa a más de 90 canales, universidades y entes públicos y privados, compartieron proyectos desarrollados con IA, como una presentadora virtual, y sus perspectivas frente a esta tecnología.
"Como todas las cosas nuevas genera resistencias. Creo que la mayoría de esas resistencias están derivadas de la falta completa de entendimiento y del uso correcto", dijo Gabriel Torres, presidente de la ATEI, durante el evento celebrado el pasado fin de semana en el balneario turístico de Puerto Vallarta (estado de Jalisco, oeste).
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Responsable también del sistema de radio, televisión y cine de la pública Universidad de Guadalajara (UDG), Torres destaca que llevan más de un año usando activamente estas herramientas.
Una de sus apuestas más audaces fue la creación de C.L.A.R.A, acrónimo de "Conductora Lógica de Asistencia y Respuesta Automática", una presentadora virtual. Fue lanzada en 2023 junto con una guía para su uso ético entre los más de 330.000 estudiantes de la UDG.
Torres destaca que C.L.A.R.A "no le quitó el empleo a nadie" y más bien requirió sumar nuevos profesionales a su equipo: un programador y un diseñador 3D.
"Usamos el 'machine learning' [aprendizaje automático] para enseñarla a hablar, a gesticular, para que hablara el español que hablamos los jaliscienses", añade, refiriéndose al estado donde se localiza la universidad.
Las personas primero
Para Carlos Eduardo Gutiérrez Medrano, jefe de cinematografía del sistema UDG, el impacto final de la IA en los medios aún resulta brumoso, por lo que es obligación de los especialistas estar "preparados para cuando se disipe esta niebla".
"El riesgo no está en la tecnología, sino en la ignorancia de la misma", añade Gutiérrez, quien aprendió ciencia de datos y lenguajes de programación para enriquecer su oficio, y trabajó en la creación de C.L.A.R.A.
Los desafíos y la actualización de conocimientos que exige la IA también alcanzan a las redacciones periodísticas.
Iván Porras, director de Quince UCR, televisora de la Universidad de Costa Rica, considera que los comunicadores están llamados a usar la IA como refuerzo de su trabajo creativo, de investigación y periodístico. Porras se refiere a este objetivo como la "humanización" de la IA.
"El trabajo de las personas va primero que las inteligencias artificiales", subraya el directivo, quien ve prudente mantener "distancia" frente a algunas herramientas mientras no haya un "diálogo aterrizado al respecto".
Alude en particular a la inteligencia artificial generativa, que amenaza con sustituir a diversos profesionales de la industria, desde un locutor de una pequeña radio hasta un guionista de Hollywood.
A inicios de año, investigadoras de NewsGuard, grupo estadounidense que rastrea la desinformación, advirtieron de tres nuevos métodos "extremadamente preocupantes" con los que la IA puede amplificar la propagación de noticias falsas.
Amenazas
Una de esas amenazas son los nuevos programas para generar video, audio e imágenes creados con IA (falsificaciones profundas o "deep fakes"), cuyo uso se ha acelerado por los conflictos en la franja de Gaza y Ucrania.
Se suma la proliferación de granjas de contenidos en forma de sitios informativos, capaces de generar publicaciones fraudulentas con mínima supervisión humana; además de los "bots plagiadores" que reempaquetan artículos de fuentes legítimas, mezclándolos hasta hacerlos irreconocibles y publicándolos en tiempo real.
"Lo peligroso es que hay quien no reconoce entre lo que se crea digitalmente y lo que está hecho por humanos", señala Germán Ortegón, académico de la privada Universidad Javeriana de Colombia y director de la plataforma noticiosa Directo Bogotá.
La diferencia, apunta Ortegón, solo la pueden hacer comunicadores idóneos que den veracidad a los contenidos, sin renunciar al ADN del periodismo. "La vida no la vamos a poder reemplazar en las pantallas, hay que volver a la calle y hacer lo que hacemos siempre: reportería".