Fragmentos, Espacio de Arte y Memoria se encuentra preparando la exposición ‘Mesa verde’, un trabajo de Ana María Millán, Las Andariegas y Tarsila Beita.
El eje central de esta exposición es un videojuego con el que niños, jóvenes y adultos podrán interactuar en el espacio y así descubrir, a través de sus personajes, otras narrativas de la historia colombiana.
La muestra es el resultado del proyecto ganador de la convocatoria para realizar una intervención artística en Fragmentos, Espacio de Arte y Memoria 2019, que estará abierta al público del 9 de septiembre al 9 de diciembre de 2021 de martes a domingo,.
La artista visual Ana María Millán, el colectivo Las Andariegas y la poeta Tarsila Beita trabajaron durante dieciocho meses en la exposición Mesa verde. Este fue un proceso que incluyó diversas interacciones para la construcción de memoria histórica a través de la ficción y del juego. La muestra habla de un museo de la memoria donde se permite el pensamiento poético, visual, lúdico y popular, a la vez que se hace preguntas y cuestiona el mismo espacio que lo alberga proponiendo posibles estrategias y soluciones.
El objetivo de la exposición es generar reflexiones sobre el papel de las mujeres y las poblaciones diversas en la historia y la lucha por la reivindicación de sus derechos, la autonomía de sus cuerpos y de sus territorios.
Ana María Millán, ganadora de la convocatoria, señala que “Fue muy importante realizar este trabajo con Las Andariegas y Tarsila Beita, pues con ellas pudimos desarrollar un proyecto contado desde la poesía, la pintura y el videojuego, este último considerado como un formato popular y accesible para muchos públicos”.
‘Mesa verde’ está conformada por tres piezas que se exhibirán en dos salas distintas de Fragmentos, Espacio de Arte y Memoria. En la primera sala el videojuego Las socias, con seis estaciones de juego para que con seis estaciones de juego para que los visitantes interactúen con el contenido. Este fue un trabajo colectivo realizado por Ana María Millán y Las Andariegas, donde se narran las experiencias de las mujeres en la lucha por el territorio.
En la segunda sala se presenta una instalación sonora con seis poemas de Tarsila Beita, cada uno de ellos está inspirado en los personajes del videojuego Las socias. Los poemas son una voz de aliento y entusiasmo que permite entender desde otra perspectiva las memorias detrás de cada personaje.
Así mismo, en esta sala se podrán apreciar seis acuarelas sobre papel de algodón realizadas por Ana María Millán en honor a cada una de las heroínas de Las socias.
Según Millán, el videojuego fue el resultado de un proceso que comenzó con un juego de roles físico entre siete mujeres, realizado entre septiembre y noviembre de 2020, y que dio como resultado una metodología de intercambio de saberes a través de la Ficcionalización de personajes, locaciones y narrativas.
Este proceso permitió crear un espacio de y para las mujeres y las diversidades. A partir de esto, se construyeron los contenidos específicos, con personajes o alter egos que permitieron de manera paralela, por un lado, hablar de momentos que han sido pasados por alto y silenciados por la historia oficial colombiana y, por otro, destacar el papel de las mujeres en las luchas territoriales.
El videojuego está inspirado en las vidas de las mujeres y diversidades que luchan por la autonomía de sus cuerpos y de sus territorios. Los personajes son el reflejo de cada una de las personas que participaron con su hacer en el proceso de conceptualización y construcción del contenido digital a través de sus experiencias e historias. La representación de los personajes entonces responde a la identidad ficcional de cada participante.
Los personajes exploran nueve mundos y nueve luchas distintas que van transcurriendo a medida que avanza el juego.
Al final, los personajes hablan desde la poesía y la lúdica sobre la construcción de paz, el fortalecimiento de la colectividad, la reforma agraria, la soberanía alimentaria y sobre todo de la autonomía de las mujeres y diversidades.