Patillazo con limón, un antídoto para los días de calor en Barranquilla
En Barranquilla, se han registrado recientemente temperaturas entre los 30 y 43 grados de sensación térmica. Para quienes viven en esta parte de Colombia, eso se traduce en días de intenso calor.
Ante este panorama, buscar opciones para mantenerse fresco e hidratado hace parte del día a día de las y los barranquilleros. Sentarse bajo la sombra de un palo e mango, usar ropa fresca, mantenerse cerca de un abanico o tomarse un delicioso patillazo con limón.
¿Qué es el patillazo?, es una bebida refrescante hecha a base de patilla o sandía. Esta fruta, se le quita su cáscara, se pica en trozos grandes o pequeños, según el gusto de la persona, luego se exprimen varios limones y se mezcla con bastante hielo, así se convierte en un antídoto para el calor.
Miguel Ángel Buelvas Díaz lleva 40 años vendiendo el famoso ‘patillazo con limón’ en la carrera 43 con calle 79 en el norte de Barranquilla.
“El patillazo con limón lo inventó un guajiro; cuando lo ofreció a un cliente dijo que estaba muy bueno. Desde entonces se formaba una fila de carros con personas que venían a comprar el patillazo”, asegura Miguel.
Cuenta Miguel que esta bebida se hizo tan popular, que por allá en 1993 en una camioneta se llevaban hasta 30 patillazos por un valor de $1.500 pesos.
Mientras Miguel Ángel atiende nuestra entrevista, al menos unas 6 personas han llegado a tomarse su patillazo. Al día, logra vender entre 300 y 400 vasos, eso depende de qué tan intenso sea el calor.
Los precios dependen del tamaño del vaso $3.000, $4.000, $5.000 y $7.000, ajustándose al presupuesto que usted maneje en su bolsillo.
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“Este es un refresco sabroso, te quita la sed, te hidrata y lo mejor es que si pides un repechaje o un poquito más, te vuelven a llenar el vaso. Queda uno contento con un buen patillazo con limón”, dice uno de los clientes.
El patillazo con limón de Barranquilla es reconocido internacionalmente, explica Miguel Ángel Buelvas Díaz “si usted viene y no llega a tomarse un patillazo, es como si no hubiese venido hasta acá”.
