Semana Santa en Macondo, un viaje por los saberes ancestrales del Caribe colombiano
Los dulces son una parte fundamental del legado cultural de Colombia que ha sobrevivido gracias al esfuerzo y dedicación de las matronas y abuelas de cada región. Estas mujeres, guardianas de la memoria culinaria de sus comunidades, han preservado las recetas y técnicas tradicionales a través del tiempo, transmitiendo la sabiduría ancestral que se esconde detrás de cada dulce de generación en generación.
En la costa caribe colombiana, son una muestra de la riqueza cultural moldeada por influencias africanas, indígenas y españolas a lo largo de siglos. Cada dulce tiene una historia particular que refleja la diversidad cultural y la relación con los sabores de la naturaleza. Las matronas han preservado esta tradición, convirtiéndolos en un símbolo de la cultura costeña.
Durante la Semana Santa, estos dulces adquieren un valor especial dentro de la gastronomía local. Las matronas son las encargadas de prepararlos y compartirlos en familia y con amigos, demostrando la hospitalidad y la alegría de la costa caribe.
La búsqueda por mantener vivas las costumbres y tradiciones ancestrales ha llevado a la realización de festivales en la región del Caribe colombiano, como el Festival del Dulce "El olor de la guayaba" en Aracataca, Magdalena. Este evento busca rescatar estas tradiciones gastronómicas y promover la cultura de la región, ofreciendo una oportunidad única para sumergirse en la cultura caribeña a través de sus sabores.
Según Melissa Ropero, una de las organizadoras del festival, "decidimos realizar el primer festival del dulce 'El olor de la guayaba'. Una idea que nació con el objetivo de rescatar las tradiciones y apoyar a mujeres emprendedoras que, siendo amas de casa, se incentivaron a participar para vender los dulces tradicionales y generar ingresos. Nos emociona saber que son más las mujeres que se sienten apoyadas, incluidas y respaldadas."
Este festival, que se realizará por segundo año consecutivo este jueves y viernes santo en Aracataca, espera contar con visitantes de muchos lugares que lleguen a enamorarse de la tierra del realismo mágico y sus sabores.
Los dulces ancestrales representan la riqueza de nuestra historia y la diversidad que ha moldeado nuestra región. Es nuestra responsabilidad valorar y respetar nuestras raíces para que estas costumbres sigan siendo parte de nuestra identidad cultural y, al mismo tiempo, apoyar a las mujeres que las mantienen vivas.
