La batalla, casi olvidada, que terminó con la captura y fusilamiento de un presidente de la República
Casi en el olvido, del que hoy se busca rescatarla para la memoria colectiva del Huila y Colombia, ha permanecido hasta ahora una de las batallas más importantes en la lucha por la independencia de España a comienzos del siglo XIX: la que se libró en inmediaciones del municipio de La Plata y que significó no solo la derrota del Ejército de la naciente República sino que contiene un episodio que no se ha repetido en nuestra historia, con la captura y posterior fusilamiento del entonces presidente, su gobierno y muchos líderes de la lucha popular contra la monarquía.
Los hechos se dieron en 1816, apenas algunos años después de que, como en otras de las antiguas colonias en América, surgieran declaraciones y acciones para alcanzar la independencia y expulsar el dominio español de los gobiernos locales. España, en tanto, inició una campaña militar para reconquistar los territorios y lanzó expediciones desde diferentes frentes para sofocar la independencia.
“Para ello promulgó la real orden del 1 de julio de 1814 mediante la cual se creó una junta de generales destinada a dirigir la retoma. La junta acordó enviar una expedición a las antiguas colonias, al mando de Pablo Morillo”, recuerda el historiador huilense Reynel Salas Vargas, quien ha dedicado esfuerzos a lo largo de varios años para revisar los hechos ocurridos en este territorio.
“La expedición zarpó de España el 13 de febrero de 1815 con 10.642 hombres y llegó a tierra firme en abril” de ese mismo año, indica Salas Vargas. De inmediato, se desplegó una ofensiva que rápidamente comenzó a sumir en la derrota a los ejércitos locales. Cayeron Cartagena, Pamplona y El Socorro. “El gobierno civil decidió que sus integrantes se retiraran hacia Popayán”, agrega el historiador.
La reconquista española se dirigió, pues, al Cauca, donde permanecía el último núcleo patriota: “José Tomás Boves que avanzaba desde el Chocó, Francisco de Paula Warleta desde Antioquia, Pablo Morillo desde Santafé y Juan Sámano por el sur”, reseña Salas Vargas.
“Los cinco diputados que habían llegado a Popayán con el presidente Fernández Madrid”, quien había renunciado, designaron a Custodio García Rovira como presidente. El 29 de junio de 1816 se enfrentaron las tropas patriotas a los españolas. “En la acción hubo 280 muertos, 78 heridos y 310 prisioneros. En total, 668 hombres, que correspondían a la totalidad del ejército”, comenta.
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“Solo le quedaban a la patria para su defensa los 28 escapados del combate y el reducido batallón Socorro que avanzaba por la provincia de Neiva hacia Popayán”, en ese momento ya bajo asedio español. La que vendría sería una derrota anunciada, como cuenta el historiador: “El 10 de julio de 1816 se encontraron en La Plata el disminuido ejército independentista del que formaba parte el reducido batallón Socorro y las fuerzas españolas al mando del coronel Carlos Tolrá”.
Además de decenas de muertos, los españoles tomaron a 56 prisioneros, entre quienes estaba el propio presidente Custodio García Rovira y otros mandos militares.
“Los prisioneros residentes en el Alto Magdalena (hoy departamento de Huila) fueron ajusticiados en Neiva y otras localidades de la provincia. Los restantes llegaron a Santafé el 7 de agosto de 1816 y allí recibieron la pena capital en la tristemente célebre Huerta de Jaime, entre ellos el presidente de la Federación de las Provincias Unidas, General Custodio García Rovira”, concluye Salas.
El relato en detalle de estos episodios ha sido recogido en documentos de la Academia Huilense de Historia y dados a conocer a nivel regional y nacional. Se trata de lograr que no solo se reconozca su importancia dentro de las luchas por la independencia, sino para honrar la memoria de los líderes y del movimiento social que la impulsaba en regiones como el actual Huila.
Salas Vargas propuso “que se levante un testimonio material de admiración y reconocimiento a quienes ofrendaron su vida por la de la patria”: un monumento, como hay en torno a las batallas de Boyacá y Pantano de Vargas.
Ese monumento “podría convertirse en un atractivo turístico que enriquezca la región del occidente huilense”, escenario de atractivos naturales, arqueológicos y de la cultura, incluida la hacienda en la que el libertador Simón Bolívar se hospedó “mientras esperaba que sus tropas transmontaran la cordillera Central por el Páramo de Guanacas”.
Un homenaje que, en resumen, reconozca la trascendencia de los hechos ocurridos en el Alto Magdalena y su impacto dentro del proceso histórico que condujo al logro de la independencia definitiva de España en 1819.
