Luis Fernando Múnera, pionero en la investigación de nuestros medios
En 1992, al igual que un buen puñado de recordados colegas en la actuación, el antioqueño Luis Fernando Múnera se encontraba trabajando en la que sería una de las películas más recordadas de nuestra historia cinematográfica, ‘La estrategia del caracol’. Mientras allí fungía como una especie de narrador de los hechos, mensajero de la dignidad escondida en esa historia, Múnera se encontraba en otra labor, no menos importante aunque no tan recordada.
En diciembre de 1992 veía la luz, en tiraje de Apra Ediciones (editorial propia que llevaba el nombre de la escuela de actuación fundada por él), ‘La radio y la televisión en Colombia, 63 años de historia’, libro que revisa con exhaustividad el devenir y el quehacer de nuestros medios audiovisuales desde 1923, cuando el gobierno de Pedro Nel Ospina concretó la llegada del servicio de telegrafía, hasta lo que se venía llegar con los nacientes canales privados, pasando por la llegada de la primera radio comercial en 1928 –La Voz de Barranquilla, del ingeniero Elías Pellet Buitrago–, la primera radio pública –La HJN en agosto de 1929– y demás avances hasta ese entonces. Todo ello matizado con anécdotas y acontecimientos inéditos de nuestros medios.
En una mezcla de investigación y recuerdos, toda vez que para ese entonces Múnera completaba más de 30 años como locutor radial en emisoras del Eje Cafetero, Medellín, Nariño y el Valle del Cauca, y al menos 12 como reconocido actor, el libro en mención recorre los medios a lo largo de la geografía nacional con datos históricos, diales, nombres claves de la televisión y la radiodifusión hasta ese momento, y todo un apéndice con la legislación vigente en ese entonces. El libro venía amenizado con caricaturas de Luis Fernando Orozco.
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Recordaba el propio Múnera en el prólogo: “Culmina aquí la labor de casi dos años. Varios viajes a diferentes ciudades en las que entrevisté a más de cien personas, consultas en cuanto libro se encuentra disponible referente a la radio y a la televisión, decenas de llamadas telefónicas. Fue un trabajo muy duro”.
El periodista deportivo Wbeimar Muñoz, encargado del prólogo, destaca: “El libro de Luis Fernando Múnera es un relato ameno de hechos, ocurrencias y personajes que aportaron mucho a esta historia y que, probablemente, se ha relegado al olvido; es un recuento vívido, adobado con los detalles del ingenio y la amenidad sin la frialdad y concisión de los textos de consulta”.
El propio Múnera estaba persuadido de sus alcances y del espacio pionero de este documento: “Soy consciente de que se encontrarán errores, pero pido a mis lectores su condescendencia, ya que me ha animado la mejor voluntad. Nadie, hasta ahora, se había dado a la tarea de recopilar la historia de estos medios que podemos considerar hermanos. ¿Por qué me atreví? Primero: buscando textos para mi academia de actuación y expresión oral, me di cuenta que es muy poca la bibliografía al respecto.
Segundo: si nuestra radio se ha logrado colocar entre las mejores del mundo, creo justo rendir homenaje a muchos hombres que han pasado por sus micrófonos y contribuido a su éxito. Tercero: La televisión en nuestro país es hija de la radio y su historia es paralela por su mismo parentesco”.
Tras el sensible fallecimiento del actor y locutor, el pasado 9 de febrero, queda clara la necesidad y el deseo de que alguien, en un futuro cercano, decida corregir, ampliar, actualizar, comercializar y, en fin, reeditar este documento único y poco conocido, labor ardua de un hombre a quien, más allá de su trabajo más reconocido, acusamos una deuda eterna quienes hacemos parte de los medios de comunicación en el país.
