Yeni Arias: un camino de resiliencia a través del boxeo
Siempre ha sido evidente que el deporte es fundamental para salvar a las personas de los abismos que se enfrentan en la vida. El caso de Jenny Arias no es la excepción, el boxeo fue un medio de resiliencia para superar las dificultades y salir del consumo de drogas. Así dio el salto a representar a Colombia en los Juegos Olímpicos de Tokio.
Su primer entrenador, Jud Franklin, reconoce que no fue una tarea fácil, pero que él como guía deportivo de Arias, se planteó sacarla de los malos pasos y llevarla por el camino del deporte, que siempre sale como la cuota de la salvación.
Al principio ella era escéptica, iba a los coliseos pero no le gustaba compartir en los entrenamientos con sus demás compañeras. Poco a poco fue soltando y demostrando las condiciones que tenía y que siguen intactas hoy en día en el cuadrilátero. Es una peleadora agresiva, que busca la pelea y que tiene una gran movilidad.
“Me gustan las disciplinas rudas y agresivas. Que no te sancionen por golpear. Soy deportista apoyada. He vivido del boxeo profesional por varios años”, dijo Jenny sobre su carrera como profesional en el deporte.
Nació en el Valle del Cauca, pero Pereira la adoptó y la formó. Tiene siete hermanos y todos se formaron con el don de la lucha y las ganas de salir adelante. Su padre afronta en este momento una dificultad de salud y el anhelo de la boxeadora era ganar en Tokio para poder costearle una cirugía que requiere.
“Haya pasado lo que haya pasado en el combate, la di toda. Con esto se aprende y no sé cuándo voy a dejar de aprender, pero cada batalla que pierda me deja algo de enseñanza”, dijo la colombiana.
Su carrera no termina con la derrota en los Juegos Olímpicos, a pesar de la tristeza, era su debut en unas máximas justas y no lo hizo mal. Su condición la hace seguir pensando en luchar para otra oportunidad. Luchar, una palabra que siempre la ha acompañado en su vida y que ahora seguirá siendo su lema en su carrera deportiva.
