Omar Flórez de Armas: los 70 años del precursor de nuestra música indoamericana
Al hablar de música andina del sur del continente o de música con acento indígena americano, el nombre del intérprete de flauta y quenas Omar Flórez de Armas aparece como el de un referente absoluto, gracias a su trabajo con la agrupación Chimizapagua y a sus labores como docente y solista.
Nacido el 24 de marzo de 1955 en Bogotá, Flórez de Armas se tituló en Música con énfasis en flauta traversa en la Universidad Sergio Arboleda, estudios que continuó en la Universidad Nacional, la Academia Cristancho y en clases particulares de saxofón con los célebres Antonio “Pollo” Burbano y Antonio Arnedo.
Los intereses de Flórez de Armas por la música andina del sur del continente y por las sonoridades indígenas nacionales lo llevaron a investigarlas en campo durante 15 años, entre Almaguer (Cauca) y San Agustín (Huila). De regreso a Bogotá, fundó la agrupación Chimizapagua en 1976, al lado de su hermano Ian, y otros miembros como William Morales, Luisa Silva, Raúl Cáceres y José Dávila. Con ellos realizó giras por Ecuador, Perú y Bolivia, en busca de más repertorio, instrumentos y secretos de los sonidos indoamericanos. Y en 1985 participaron del Festival de las Culturas del Mundo, en París.
Recuerda el músico: “con Chimizapagua implantamos, en cierta manera un recorrido para muchísimos otros grupos. Hicimos unas primeras grabaciones de música de chirimía de Almaguer y San Agustín, y ese ha sido un aporte muy importante que, después de tantos años, sigue vigente”.
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El grupo fue estimulado en su creación por el recordado etnomusicólogo Guillermo Abadía Morales, y en sus investigaciones contaron con la asesoría de José Hidrobo, músico huilense quien les enseñó el lenguaje de la chirimía de flautas caucana, así como la fabricación de sus propios instrumentos. Cinco trabajos discográficos entre 1982 y 1993 bastaron para que Chimizapagia se convirtiera en referente del sonido andino del sur.
Sus búsquedas no sólo se dirigieron hacia el formato de chirimía de flauta caucana, sino también hacia el sonido andino del sur del continente, representado en las sonoridades tradicionales de quena, charango y bombo. Algunas de las interpretaciones del grupo de clásicos latinoamericanos como “El cóndor pasa”, “Vasija de barro”, “Pájaro campana” y “Ojos azules”, así como sus versiones de temas colombianos como “La guaneña”, “El sanjuanero”, “El sotareño” y “Miranchurito”, siguen siendo de las más apreciadas por el público nacional.
Antes y después de Chimizapagua, Flórez de Armas realizó su trabajo como exponente de la flauta en colectivos como el ballet Cordillera y agrupaciones como Barrio Latino (latin jazz y salsa), Los Escamilla y Palo Santo. Ese oficio lo ha llevado a diferentes ciudades de Europa y Asia. Así mismo, en 1986 hizo parte de una orquesta de músicos de diferentes partes del mundo, convocado por el pianista y compositor argentino de bandas sonoras Luis Bacalov, y ha grabado álbumes en calidad de solista como “Su majestad la quena”, “La quena latinoamericana” y cuatro trabajos más dedicados a la música infantil.
Después de desempeñarse por 24 años como profesor de música andina en la Universidad Nacional, actualmente Omar Flórez de Armas es artista formador para niños y jóvenes en las localidades de Ciudad Bolívar y Barrios Unidos, como parte del programa Crea, de Idartes, en Bogotá, y continúa creando proyectos alrededor de la música de los Andes del sur.
Respecto de la actualidad de los sonidos indoamericanos en Colombia, esto asegura el músico: “Veo que sigue una música muy poderosa, que está muy presente y que contribuye a las marchas, abanderando el camino de la protesta social de nuestros indígenas y de nuestros campesinos”.
El 24 de marzo llegó a sus 70 años de vida Omar Flórez de Armas, pionero en la interpretación de la chirimía caucana y de la música indoamericana en Colombia. Por eso es nuestro Artista de la Semana.
