Un lustro sin Nacho Paredes, el Cumbiambero de América
Llamado El Cumbiambero de América por sus múltiples proyectos en Colombia, México y Estados Unidos, el cantante, guitarrista y compositor Miguel Ignacio Núñez Paredes, mejor conocido como Nacho Paredes, nació en mayo de 1935 en Don Gabriel, corregimiento de Ovejas, Sucre. Se inició cantando boleros en su infancia, en el colegio, y luego ganó el concurso de canto de Radio Sincelejo. Luego fue seminarista, pero dejó los hábitos al conocer, según él mismo decía “a esos ángeles llamados mujeres”.
A pesar de que quería labrarse una carrera en la canción romántica, su colega Crescencio Salcedo lo convenció de cantar la música de su tierra, enseñándole los rudimentos de estos géneros e invitándolo a grabar con la orquesta de Edmundo Arias. Luego, en Medellín, en 1961, se convertiría en miembro fundador de los Corraleros de Majagual junto a César Castro, Alfredo Gutiérrez y Chico Cervantes, entre otros. Con ellos grabó “La cumbiamberita”, la más recordada de sus composiciones y uno de los éxitos del célebre grupo de la casa discográfica Fuentes.
Acerca de “La cumbiamberita”, Paredes dijo lo siguiente al programa de televisión regional Fiesta de acordeones en 2014: “me salió de todos esos recuerdos de infancia. Yo veía a las cumbiamberas como meneaban la cadera, y por ello me inspiré, y en 1961, cuando fundamos los Corraleros, la grabamos. Me acuerdo que Alfredo Gutiérrez grabó el acordeón a regañadientes porque estábamos enojados, pero igual mire lo linda que quedó…”. Muy recordado es el grito que Paredes realiza al inicio de ese tema, y él mismo solía decir que se trataba de una invitación a la cumbia.
A lo largo de su carrera, Nacho Paredes conformó grupos como El Combo de Oro, Los Dinámicos de Nacho, Los Sabaneros de Sucre y los Vaqueros Sabaneros. En su paso por México hizo parte la agrupación La Luz Roja de San Marcos (por donde también transitó su colega acordeonero Aniceto Molina) y en los Estados Unidos fundó Nacho Paredes y Café. Además, participó de muchísimos proyectos ajenos, como el álbum “Cumbias de oro” de Alfredo Gutiérrez y sus Acordeones Dorados, en el que lo invitó a cantar en todos los temas. También fue corista de varias agrupaciones vallenatas como los Hermanos López y los Hermanos Zuleta, destacándose siempre por los agudos que alcanzaba.
Otras composiciones de Nacho Paredes son “Caballito de palo”, “Sabor de cumbia”, “Cumbia maya” y “Tatuaje vallenato”. Pero además es recordado por haberle puesto letra a la “Cumbia sampuesana” de Joaquín Bettín, tema que nació originalmente sólo en versión instrumental pero que a partir de la inspiración de Paredes empezó a contar con unos versos que él mismo estrenó en el disco de Alfredo Gutiérrez y los Acordeones Dorados y que, incluso, fueron cantados años después por el mexicano Celso Piña.
Desde finales de la década del 2000, el cantante y compositor padecía una enfermedad que lo mantuvo recluido en su casa del barrio La Selva, en Sincelejo, donde vivía al cuidado de su esposa y cada tanto recibía visitas de sus amigos, colegas y admiradores, y donde falleció hace un lustro.
El pasado 11 de agosto conmemoramos cinco años de la partida de Nacho Paredes, el Cumbiambero Mayor. Por eso es nuestro Artista de la Semana.
