Nelson Pinedo: cinco años sin el Almirante del Ritmo
Nacido en Barranquilla en 1928 y fallecido en Valencia, Venezuela, en 2016, sin duda alguna el cantante barranquillero Napoleón Nelson Pinedo Fedullo es una figura esencial para entender buena parte de la internacionalización de la música colombiana a mediados del siglo 20.
Pinedo sigue siendo una referencia absoluta como vocalista de diferentes agrupaciones tropicales, entre ellas la legendaria Sonora Matancera de Cuba, de la cual llegó a ser uno de los cantantes más recordados. Antes de ello, Pinedo había alternado en su país con las orquestas de Julio Lastra, Antonio María Peñaloza, los Hermanos Castro, Alex Tovar, Don Américo y sus Caribes y en la Orquesta Casino de Sevilla, con quienes llegó a La Habana.
Cuenta la historia que aquella orquesta sevillana, que al llegar a La Habana cambió su nombre por el de Serenata Española, había mandado a llamar a Pinedo para cumplir con sus compromisos en Cuba. El joven cantante aceptó la plaza sin chistar, pero las condiciones de trabajo, que incluían vestir de gitano, bailar de manera afectada y hacerse pasar por español, nunca fueron de su agrado.
Así, a comienzos de 1953, y después de muchas vicisitudes, los músicos de aquella orquesta regresaron sin pena ni gloria a España, mientras que Pinedo entraba a la más importante orquesta que ha dado Cuba para el mundo, en reemplazo del famoso cantante puertorriqueño Daniel Santos, por iniciativa de su manager de entonces, el español nacionalizado cubano Tito Garrote.
Nelson Pinedo fue conocido como “El Almirante del Rtimo”, tal vez por ese espíritu nómada que lo llevó por muchísimas latitudes del continente antes de asentarse de manera definitiva en Venezuela. También fue llamado “El pollo barranquillero” y “El Muñecón de Colombia”, apodos puestos por el locutor cubano Gustavo Pimentel Molina, en la época en la que el cantante inmortalizaba en su voz aquellos grandes éxitos con la Sonora Matancera como “Señora bonita”, “El muñeco de la ciudad”, “Trópico”, “Desesperación”, “Me voy pa’ La Habana”, “El vaquero”, “El mochilón”, “Entre palmeras”, “Mujer celosa”, “La esquina del movimiento”, “Quién será”, “Indiferente”, “Momposina” y un largo etcétera, que incluyó además su paso por orquestas como las de Tito Rodríguez, Tommy Olivencia, Chucho Sanoja, Nelson Henríquez y Cortijo y su Combo.
Pero por encima de toda esa enorme labor recorriendo América por medio de la música, una de las grandes valías de Pinedo consistió en haber difundido plenamente el repertorio de los compositores colombianos, a quienes siempre defendió de esa manera.
En el prólogo de la biografía “Nelson Pinedo, el Almirante del Ritmo”, del periodista Fausto Pérez Villarreal, lo recalcó de esta manera el escritor Heriberto Fiorillo: “Nelson Pinedo pregonó siempre los altos valores de su tierra y demostró que sólo necesitaban de una buena promoción. Cuando, después de un largo tiempo, decidió radicarse en Venezuela, ya había grabado en La Habana y en Nueva York un enorme repertorio de porros y de cumbias, que otros cantantes de la Sonora siguieron interpretando. Al despedirse, Pinedo les dejó Radio Progreso y la cadena CMQ llena de la pegajosa música de José María Peñaranda, Antonio María Peñalosa, José Barros, Rafael Campo Miranda y otros coterráneos suyos. Al hacerlo, marcó con la identidad de nuestra música, no sólo la que, por aquellos tiempos, se bailaba y escuchaba en La Habana, sino en toda América Latina”.
El 27 de octubre se conmemoran cinco años del fallecimiento de Nelson Pinedo, el "Almirante del Ritmo". Por eso es nuestro Artista de la Semana.
