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Arizona, un nombre norteamericano perdido en la selva de Putumayo

Aunque en Arizona, municipio de Puerto Caicedo, predomina una gran riqueza ecológica y petrolera, este lugar está a merced de los grupos armados ilegales y del narcotráfico.
Arizona, un nombre norteamericano perdido en la selva de Putumayo.
Foto: Yerson Mueses / Núcleo poblado de Arizona.
Jose Horacio Villareal

Hace 40 años, cuando en el municipio de Puerto Caicedo, Putumayo, inició la explotación petrolera, para muchos hogares putumayenses, nariñenses y hasta caucanos se constituyó una buena oportunidad para trabajar, 

A 42 kilómetros del casco urbano, se encuentra la inspección de Arizona, nombre dado por la industria petrolera que desde hace 4 décadas viene explotando varios pozos petroleros. Ellos construyeron una improvisada vía que conducía hasta Arizona, donde se instaló la batería Manzoyá, con el oleoducto denominado “Oleoducto Manzoyá Orito Omo”. 

Comunidad y territorio

La improvisada vía, que en su tiempo fue construida por la petrolera, hizo que más de 2.000 mil habitantes de todo el país, especialmente del Pueblo Nasa, poblaran esta tierra; hasta el día de hoy, han conformado tres cabildos indígenas y se han constituido 14 veredas, con sus respectivas

Juntas de Acción Comunal

Otro de los factores que incidió en la colonización de esas tierras fue el cultivo de coca, que para esa época empezaban a tomar fuerza en la región.

Ante las millonarias ganancias que esas plantaciones generaban, los campesinos perdieron interés por los pocos trabajos que ofrecía la empresa petrolera. Aunque esta solo se dedicó a explotar los pozos, ya que no invirtió en proyectos a favor de la comunidad.

Finalizando la década de los 80 llegó a la zona la guerrilla de las Farc, la cual extorsionaba a los contratistas de la petrolera y a los cultivadores de coca, generando a la vez atentados contra el oleoducto, muertes y desplazamientos forzados entre otros hechos que acabaron con la tranquilidad de la población. Además, los continuos enfrentamientos entre grupos insurgentes contra la Fuerza Pública, invadieron de temor a las comunidades que siempre quedaban atrapadas en medio del fuego cruzado. 

“Llegó la fumiga”

Después de esos hechos de orden público, para los habitantes de Puerto Caicedo, cayó del cielo otra temible ‘plaga’: la popular ‘fumiga’. La cual hace más de 20 años comenzó en esta zona del bajo Putumayo, para acabar con los cultivos de uso ilícito. 

La fumigación aérea con glifosato, la erradicación forzada de cultivos ilícitos y el bajo precio de la pasta de coca hicieron que la comunidad reaccionara y exigiera al Estado las debidas inversiones sociales a las que tenían derecho, pero la alteración del orden público, no permitía el desarrollo de estudios técnicos para la planificación de proyectos.

En el año 2000, los grupos paramilitares que se ubicaron en el casco urbano mataron a los campesinos que se atrevieron a salir del pueblo. Fueron muchos líderes sociales asesinados y otros que fueron desplazados. La temible ola de sangre y dolor dejaron a la comunidad sumida en el abandono estatal.

Aunque en el tramo vial para llegar hasta Arizona hay siete puentes, todos construidos en madera, estos se encuentran deteriorados por el uso y la falta de mantenimiento; poniendo en peligro el tránsito de vehículos y personas. Ese ha sido el permanente reclamo de la comunidad para que las autoridades procedan a la modernización de esos pasos.

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Inversión vial

El actual alcalde de Puerto Caicedo, Edgardo Figueroa, gestionó ante la petrolera la inversión de recursos para la construcción de puentes y el mejoramiento de la vía. “Ecopetrol elaboró el proyecto para la construcción de cuatro puentes, nosotros aprobamos la obra y destinamos 900 millones, mientras que la gobernación del Putumayo asignó, $14 mil millones, ya se hizo la contratación y en los próximos días deben iniciar las obras”, precisó el mandatario local. 

Desde el año 2016, la gobernación del Putumayo inició la pavimentación de unos ocho kilómetros por el sistema de obras por impuestos, que ha construido la petrolera. “La inversión en el mejoramiento de la vía fue de 12 mil millones de pesos”. Preciso, Héctor Solarte, gerente de Ecopetrol, zona sur Orito, sin embargo, el resto de la vía es una verdadera trocha.

Educación y Salud

En el centro poblado hay una institución educativa y siete sedes veredales con un total de 226 estudiantes, quienes tienen grandes dificultades de infraestructura y unidades sanitarias en malas condiciones. Como si esas falencias no fueran suficientes, las demás escuelas veredales están construidas en madera, con techo de zinc. Los estudiantes llegan a las escuelas en canoa por los ríos o por trochas pantanosas que implican largas distancias, bajo unas condiciones del clima marcadas por la lluvia.

Se cuenta con un puesto de salud, allí presta sus servicios una auxiliar de enfermería con los mínimos elementos para atender accidentes de tránsito, laborales, enfermedades tropicales y, en muchos casos, heridos por confrontaciones entre campesinos y los erradicadores de cultivos de uso ilícito.

En enero de este año, directivos del hospital Alcides Jiménez de Puerto Caicedo firmaron un convenio con la embajada de Japón para dotarlo de equipos biomédicos. “Para Arizona, enviamos una cama para la atención materno infantil y unos doples para el control prenatal”, puntualizó Ana Milena Mora, gerente del hospital local.

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Producción agropecuaria

Últimamente algunos campesinos se han dedicado al cultivo de chontaduro y muy poco a la explotación ganadera. En su mayoría, la comunidad depende de los cultivos de uso ilícito, situación que no les permite tener una economía sostenible.

Los cultivos de coca y la producción petrolera incrementaron la presencia de grupos armados ilegales en la zona, los cuales también incursionan con el reclutamiento ilegal de menores de edad. En la zona imponen su “reglamento de convivencia” y las comunidades deben someterse a ellas. A pesar de todo; no cesan los constantes enfrentamientos armados que dejan varios muertos y familias desplazadas.  

Comunicaciones

Toda la vida esta comunidad ha estado incomunicada con el resto del mundo, situación que entre otros aspectos dificulta las clases virtuales, así quedó evidenciada en la época de pandemia. Aunque está en proceso la ubicación de una antena, con la que se espera lograr una buena comunicación.

El Acuerdo de Paz

Después de la firma del Acuerdo de Paz arrancó la inversión de recursos, concertados con la comunidad en los proyectos del Plan de Desarrollo con Enfoque Territorial, PDET, tales como el mejoramiento de algunos kilómetros de la vía, los cuatro puentes y las dotaciones de infraestructura educativa y de salud en otras obras que se han ejecutado en las diferentes veredas, sin embargo las zonas dejadas por las antiguas Farc, fueron ocupadas por otros grupos armados ilegales, que continúan generando todo tipo de violencia a los habitantes de la zona. 

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