Gatos en el cementerio de Santa Cruz de Mompox: "guardianes del más allá"
La mística que gira en torno a los gatos les ha dado para todo. Desde ser considerados casi dioses en el antiguo Egipto, a ser perseguidos y aniquilados en la Edad Media, en especial los de color negro, pues eran calificados como la clave para los hechizos de aquellas mujeres acusadas de brujería y llevadas a la hoguera. Hoy en día, son verdaderas estrellas de las redes sociales.
Siempre, a estos felinos, se les atribuyó una conexión con el más allá y parece que esto se mantiene. Al menos así sucede en el bello cementerio de Santa Cruz de Mompox (Bolívar), el lugar donde descansan aquellos que ya murieron y donde las parejas llegan al atardecer a jurarse amor eterno.
En La Tierra de Dios, como también se le conoce a Santa Cruz de Mompox, uno de los pueblos patrimonio más bellos del país, su cementerio es tan bello, que es una visita imperdible para todo turista que llega hasta este poblado blanco.
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El jazz vuelve a las calles patrimoniales de Mompox
Es una verdadera joya arquitectónica que se creó en la primera parte del siglo XVIII, es patrimonio histórico y monumento nacional. Fue José Celestino Mutis quien recomendó su construcción, que en ese entonces, debía ser fuera de la ciudad por motivos de salubridad. Su recomendación se tomó en consideración décadas después y se ubica a las afueras de lo que es hoy el casco histórico de la bella Mompox.
Su belleza es de tal magnitud que los momposinos suelen decir que da menos miedo la muerte saber que se llegará a allí y, con el típico humor de la región, otros aseguran que: “mucha gente se muere por ir al Cementerio de Mompox”.
Nuevos guardianes
Cuenta la historia que hace poco más de dos décadas, por un infarto, falleció Alfredo Serrano Rubio, conocido en el pueblo como ‘El Gato’. Buena parte de los momposinos acompañaron a la familia hasta el cementerio y, en medio de las honras fúnebres, un gato negro apareció. Con sorpresa, los familiares del fallecido, cada vez que visitaban la tumba de Alfredo, veían merodear a dicho gato por la tumba.
Ya familiarizados, empezaron a llevarle comida y agua, lo que generó la llegada de muchos más felinos, quienes se amañaron y se reprodujeron de tal manera, que organismos del pueblo han tenido que intervenir para controlar su reproducción y mantenerlos en buena salud. Todo esto de la mano de fundaciones en pro de los animales de la región.
Algunos pobladores intentaron adoptar a los mininos, pero en la mayoría de ocasiones los animales se han escapado y han vuelto al cementerio, por lo que es usual que a manera de donación se creen brigadas para mantener con buena salud a estos guardianes de los muertos, quienes no tienen problema alguno de tomar una siesta encima de las lápidas y en muchas ocasiones y a su manera, acompañar a las familias que visitan a sus fallecidos.
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Mompox, destino turístico que enamora a Colombia y el mundo
Infortunadamente también se ha visto cómo muchas personas han llegado y han abandonado sus gatos en el cementerio. Algunos de los animales entran en desesperación y terminan perdidos en las calles de Mompox, buscando su anterior hogar.
Ya sea por vejez o por enfermedad, muchos de los gatos ya han muerto. En su mayoría, suelen ser enterrados en ese mismo cementerio y no les falta su oración para su mejor viaje al más allá.
En tierra del ‘realismo mágico’, no podían faltar los mitos y leyendas en torno a los gatos en este cementerio.
Lo cierto es que los gatos suelen ser testigos de los pactos de amor de las parejas que llegan al cementerio para prometerse amor eterno. Aunque muchos ya están separados.
