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Se adelantó la subienda de peces en el río Magdalena

Cientos de peces que brotan del río a las canoas. Sin embargo, las asociaciones de pescadores piden serenidad para no acabar con la bonanza.
Carlos Buitrago

A través de redes sociales se viralizó un video en el que pescadores dentro de su lancha se divertían y gritaban al ver cómo cientos de peces saltaban del agua a su canoa. Un hecho, que desde hacía más de una década no se vivía durante esta época del año en el río Magdalena entre los municipios de Barrancabermeja y Puerto Wilches.

La subienda, que es la salida de los peces desde las ciénagas hacia el río para desovar, causó furor y obligó a los pescadores de esta zona santandereana a alistar sus redes, canoas y equipos. “Es una gran bendición para nosotros, hacía varios años que no veíamos así el río”, aseguró Miguel Botía, líder de una asociación de pescadores de la zona. “La subienda ha sido maravillosa, se nos adelantó la navidad”, se emocionó diciéndolo.

Si bien de noviembre a marzo son los meses en los que los pescadores pueden hacer sus mejores faenas, en la última década los peces no se habían visto con la misma frecuencia de estos días. De hecho, Javier Ovalle, vocero de la Unidad de Pesca a Nivel Nacional en su regional del Magdalena Medio, confirmó que desde hace muchos años era diciembre la época en la que más salían los peces.

“Las temporadas de subienda se habían dado, pero no desde noviembre como está pasando ahorita. Trabajo con los pescadores desde finales del 90 y le puedo asegurar que hace muchísimos años no se veía una subienda que iniciara desde esta época”, dijo Ovalle. 

La unidad proporcionó a Radio Nacional de Colombia un dato para comprender la magnitud de esta situación. El pasado lunes festivo 15 de noviembre, en el puerto de Barranca se desembarcaron ocho toneladas de pescado, en su mayoría bocachico. Y según dieron a conocer hoy, aún no tienen el registro de estos dos últimos días porque la cantidad de pescado ha sido incluso superior.

Así las cosas, en el puerto pesquero de Barrancabermeja por estos días se está encontrando variedad de pescado. Bocachico es el que más ha aflorado de las aguas, pero también dorada y blanquillo. Aunque es difícil corroborar científicamente, esta gran cantidad de pescados se debe a que desde el año pasado la Unidad de Pesca Nacional y varias autoridades portuarias han hecho un trabajo mancomunado para repoblar las ciénagas de toda esta zona santandereana. 

“Este año repoblamos casi ocho millones de alevinos y el 90 % era bocachico, el resto era dorada y blanquillo”, comentó Javier Ovalle.

Sumado a ello, el invierno también ha sido uno de los causantes de esta subienda. Las fuertes lluvias que por un lado han dejado municipios totalmente incomunicados, son las mismas que terminan de inundar las ciénagas de la región obligando a salir a los peces a través de los caños río arriba.

La otra cara de la subienda

Debido al aumento de la oferta de pescado a orillas del Magdalena, el valor disminuyó a precios irrisorios. Según cuentan compradores, han encontrado bocachicos desde mil pesos. Hecho que resulta contraproducente. Positivo por un lado para para los santandereanos en momentos en los que la carne de res llegó a costar $13 mil por libra. Pero negativo para los mismos pescadores porque sienten que están regalando sus faenas.

“Nosotros siempre tendemos a que como hay bastante pescado, vamos a llenar la canoa y si nos lo pagan a cien pesos, a cien pesos lo vendemos. No buscamos la forma de racionalizar la producción para que coja precio”, explicó Jorge Medina, líder de pescadores en la ciénaga El Llanito de Barrancabermeja. Según él, ni siquiera el consumidor final se beneficia, pues el pescado puesto en el plato “no rebaja precio”.

Por ello, según este líder, es necesario capacitar al pescador para hacerle consciente de la necesidad de cuidar estos hábitats naturales, quitando los trasmallos y utilizando técnicas de pesca amigables con el medio ambiente. “Esto, para que el producto tenga el valor equivalente y segundo, se evite la destrucción del recurso”.

La misma advertencia se le ha hecho a los pescadores desde la Unidad de Pesca Nacional. “Dejar descansar, por lo menos, una semana el río”. Ello implica detener la pesca durante ese tiempo para permitir que los pescados que vienen desde las ciénagas con sus huevos, puedan desovar, pues según contó Javier Ovalle, cuando hay subiendas como la que se está presentando, empiezan las campañas para comer huevos de pescado y si eso se da “se afecta entonces la subienda del siguiente año”. 

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