Tumaco: ‘la perla del Pacífico nariñense’ resplandece con la luz de la Navidad
Tumaco resplandece con la alegría de los alumbrados navideños y en cada destello brilla la alegría, la magia y la paz que identifica a ‘la perla del Pacífico nariñense’.
Son muchos los gestores culturales que al final de año están pendientes de la decoración navideña, sin embargo, uno de ellos tiene la misión de imprimirle color y felicidad a cada rincón de este costero municipio.
Se trata de Guillermo León Guzmán; técnico electricista y productor de las estructuras luminosas navideñas que entusiasman y embellecen los entornos urbanísticos de Tumaco. Sus primeras figuras las elaboró hace 30 años en la ciudad de Medellín (Antioquia) de donde es oriundo y ahora que se encuentra en la costa pacífica nariñense, pone en práctica sus conocimientos para que el regocijo de la Navidad se impregne en los transeúntes.
En el 2018 se radicó en la costa pacífica nariñense y desde ese entonces, él y su equipo de trabajo se dedica a la transformación artesanal del hierro en imponentes árboles navideños que superan los 15 metros de altura. Así mismo transforma ese metal en majestuosos carruajes que son la sensación para los nariñenses y otros colombianos que en esta temporada disfrutan sus vacaciones de fin de año.
Son más de 600 figuras luminosas las que se instalaron en tres estratégicos puntos en los que confluyen cientos de tumaqueños y turistas. El primero de ellos es el parque Colón, en el que Guillermo y seis personas más ubicaron imágenes luminosas alusivas a caballos de mar, gaviotas, delfines, camellos y mariposas.
Un clásico carruaje tirado por dos fornidos caballos es uno de los más grandiosos atractivos luminosos para quienes en la noche llegan a este lugar, pues el resplandor de la luz los contagia de magia y felicidad. De igual manera, a las familias que participan en los paseos nocturnos, les llama también la atención un majestuoso pesebre.
El segundo atractivo turístico de Tumaco, en el que también alegran las figuras luminosas navideñas, son las playas de El Bajito. En sus alrededores pernoctan imágenes alusivas a las aves que circundan los cielos y a los peces que abundan en las aguas del pacífico colombiano.
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El tercer lugar donde las luces navideñas encantan a quienes frecuentemente se desplazan entre los barrios Miramar y La Florida es el puente de El Morro. En este viaducto de aproximadamente 300 metros de extensión resplandecen coloridas y radiantes réplicas de palmas, marimbas, estrellas y lunas.
Integración social
La emoción que genera el alumbrado público navideño también invade de dicha y felicidad a las familias de los barrios tumaqueños, por eso sus dirigentes sociales lideran el embellecimiento de sus sectores con festones, guirnaldas, esferas de colores, faroles y bombillos de colores.
Con esta tradición, Gregorio Ángulo; líder social de San Andrés de Tumaco, integra a más de 40 familias del sector conocido como Puente Primavera. En aquel lugar; desde hace 30 años consecutivos, sus habitantes embellecen las vías peatonales con festones y arcos decorados con guirnaldas, flores y luces de colores.
Dichos elementos transmiten regocijo y llenan de esperanza a quienes residen en el referido sector, por eso Gregorio, quien actualmente funge como vicepresidente de la Junta de Acción Comunal, destaca que la luz que alumbra las vías de su barrio representa la paz, el amor y la felicidad, valores morales que según él, permiten a sus vecinos el esclarecimiento de su existencia para caminar por los senderos correctos de la vida.
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Faroles artesanales
En esta temporada también ‘brillan’ los emprendedores, quienes a partir de sus artesanías integran a la comunidad.
Alberto Quiñones, gestor cultural, en su infancia aprendió a fundir envases plásticos de detergente para luego convertirlos en faroles artesanales, jamás olvidará que el resplandor de los bombillos de colores está relacionado con el nacimiento de Jesús, pues de niño aprendió en su familia que la claridad representa la luz de un mundo que hace más de 2 mil años estaba en oscuridad y que en ese entonces necesitaba de su salvación.
“Diciembre es la mejor época para mi emprendimiento porque en este mes elaboro más de 200 farolitos, los cuales se utilizan mucho en la noche de las velitas y en el rezo de la novena. La mayoría de lámparas las produzco por encargo para las familias de Mallama, Ricaurte y algunas de Tumaco”, expresó.
Con sus faroles; Alberto promueve el reciclaje e incentiva a la comunidad a la preservación de los recursos naturales.
