Pasar al contenido principal
CERRAR

La finca de Rebeca y Benito: 'youtubers' del campo a las redes sociales

Una pareja de agricultores de Ocamonte (Santander), usan las redes sociales para compartir sus saberes campesinos.
Natalie Ramos

Rebeca y Benito, de familia y herencia campesina, llevan toda una vida viviendo en el campo, en la vereda Palenque ubicada a 15 kilómetros de Ocamonte; un municipio panelero del sur occidente de Santander.

De su finca lo saben casi todo y lo que no, lo aprenden rápido. ¡Son curiosos! y desde la llegada de la tecnología a la vereda, han estudiado con curso virtuales y vídeos, sobre nuevos procesos para aplicarlos en su ´pedacito de tierra´, como le llaman a su finca.

“A mí me enseño mi mamá y mi abuela desde que era una muy pequeña, yo miraba y ellas me iban enseñando. Luego ya uno va aprendiendo poco a poco y por el ´face´ o por Youtube se encuentran muchas cosas nuevas y también para que no se le olvide cómo es que es que se hacen las cosas”, explicó Rebeca Araque.

Un día, Rebeca de 65 años compartió con las mujeres de la vereda la receta casera de su propio chocolate: una transformación de la cosecha de cacao que llevaban años cultivando. Aquella vez supo que lo suyo también era enseñar.

Asegura su esposo que ella lo hace muy bien, “tiene ingenio, tiene chispa para enseñar y le gusta. Ella solo espera que salgan las culonas para prepararlas y regalarle a todo el que venga a visitarnos, para que vean y aprendan qué son las hormigas”.

Decidieron entonces usar las redes sociales para contar sus saberes campesinos, empezaron con el secreto de la preparación de las hormigas culonas.

“Uno sabe que van a salir las culonas cuando llega el comején después de una tormenta, y se arriman a la luz de los bombillos. Entonces uno se debe preparar, porque al otro día salen las hormigas y hay que ir a cuidar el hormiguero”, explican en unos de sus vídeos del canal de Youtube ‘La Finca de Rebeca y Benito’.

La vida de ellos es tan sencilla como parece, por eso cuando escuchan “3, 2, 1 grabando”, todo cambia: “Grabar es muy complicado, porque lo primero, a uno le da pena, y entonces ahí es cuando a uno se le olvida todo lo que va a decir”, precisa Benito Mejía.

No es fácil ser youtuber campesino en Colombia pues la conexión rural en nuestro país es casi igual que la de algunos países de África, con solo el 3% de conectividad.

Sobre este retador panorama, explica el agricultor, “Pasar del campo a la pantalla ha sido una experiencia muy bonita, pero el problema es cuando llueve y se nos va la internet, ahí es cuando nos fregamos”.

Con esta herramienta digital además de hacer pedagogía del trabajo campesino, buscan promocionar sus gallinas, huevos, café, chocolate, leche, y frutas desde su cuenta de Instagram @LaFincaDeRebecaYBenito. Aunque las oportunidades están escasas para sus paisanos, se niegan a abandonar las montañas y por eso le apuestan a conectarse con la ciudad, desde un mundo de ‘likes’ y corazones.

Artículos Player