María José Mesa: así es la historia de una joven amante de la astronomía
Una joven de 15 años inauguró el salón Hipatia de Alejandría del Festival de Astronomía de Villa de Leyva, con un conversatorio al cual denominó ‘La mujer y su aporte a la astronomía’. Con su voz siempre firme y determinada, forjó un discurso con el que expuso su mayor pasión: la astronomía.
De esta manera, María José Mesa, acompañada por su papá, José Mesa, compartió con los asistentes del festival la vida y los logros de mujeres que han incursionado en la ciencia y, más específicamente, en la astronomía, y que para ella son un ejemplo a seguir. Así mismo, cuestionó el poco protagonismo que aún tienen las mujeres en la astronomía, pues la cifra no alcanza a llegar al 30%, según indicó.
José, el padre de María, es ingeniero de sistemas, consultor empresarial y profesor universitario, además lleva más de 35 años con la astronomía como hobbie, cuyo conocimiento ha transmitido orgullosamente a sus dos hijas, María José y María Celeste, quien con tan solo ocho años empieza a conocer del inmenso cielo. Así mismo es autor del libro “La astronomía en la obra de García Márquez”.
María José es estudiante de bachillerato, actualmente cursa décimo grado y es miembro del Club Juvenil ACDA. Su pasión por la astronomía se ha venido construyendo desde los primeros años, pues desde que aprendió a caminar, ha acompañado a José a eventos científicos y conferencias, algunas de estas dictadas por él. Con los años, lo apoyó con pequeñas intervenciones y diálogos, hasta que empezó a dar charlas ella misma en distintos escenarios nacionales.
“Para mí ha sido fácil hablar sobre astronomía porque desde pequeña he visto a mi papá hacerlo y también hablar de algo que ya has preparado y que además has interiorizado desde mucho antes se vuelve más sencillo en sí”, expone María José.
Dentro de sus participaciones destacadas están sus intervenciones en el Congreso Mundial para el Talento de la niñez, en la décima y undécima versión, así como su participación en el Planetario de Medellín con “Descubriendo la luna con mi papá”, conferencia que posteriormente impulsó la idea de empezar a escribir un libro del cual será coautora.
“Básicamente en el libro queremos dar datos de la luna y los momentos importantes con este satélite, por ejemplo la llegada del Apolo 11 y otros sucesos, y hacerlo de manera muy simplificada pues queremos que distintas audiencias como los niños lo entiendan y así dar a entender que la astronomía es muy cercana a nosotros así como la luna que se puede ver a simple vista”, cuenta la joven conferencista.
El ingeniero destaca que María José siempre ha tenido una iniciativa por la lectura muy sólida y que gracias a esto ha comprendido la importancia del registro escrito tanto en la ciencia como en la vida cotidiana. “Creemos que podemos hacer un aporte a la sociedad mostrando cómo una familia alrededor de un tema específico puede construir lazos fuertes y desarrollarse en idiomas, en historia, en cultura y otras habilidades. Además, está el apoyo de ella en temas también de ella que a veces lo sobrepasan a uno”, Concluye.
Sobre la mujer en la ciencia y la astronomía
Así como María José y José, cientos de estudiosos, estudiosas y aficionados por el cielo y sus fenómenos se reunieron en Villa de Leyva en el encuentro astronómico más grande de Colombia, organizado anualmente por la Asociación de Astronomía de Colombia (ASASAC), para reconocer el papel de la mujer en la astronomía.
“Las mujeres sostienen una gran parte de la sociedad y la ciencia. Tenemos un papel bien importante, por ejemplo, gracias a una mujer se ha descubierto una gran parte del espacio y sin ella no conoceríamos de los componentes o no sabríamos de una gran parte de lo que es el espacio exterior. Por eso somos también es importante que las niñas se interesen por estos temas, además, hoy en día no es tan difícil como lo era hace varios años”, defiende María José.
“La importancia de este tipo de actividades es que son dirigidas a todo público, es maravilloso ver la luna a través del telescopio, y la reacción de las personas cuando la ven a través de un telescopio es algo que uno disfruta. Además, el otro público son los niños, debemos romper esa frontera de ese imaginario del científico viejito, bravo; la ciencia es un proceso social vivo que hay que saber comunicar”, concluye José sobre el festival.
