Independiente Santa Fe, primer campeón del fútbol colombiano quiere seguir dejando huella en el FPC con una nueva estrella que ilumine la casa ‘cardenal’. En su historia muchos son los jugadores que se han convertido en ídolos y han dejado un legado para el club bogotano.
Entre esos tantos nombres hay dos que brillan con luz propia: Alfonso Cañón y Ómar Pérez.
Alfonso Cañón
“El maestrico” Cañón es todo un ídolo bogotano. Nació el 20 de marzo de 1946 y a sus 13 años empieza a trabajar como mensajero de Santa Fe, un año después pudo ser visto por un reclutador, quien reconoció su talento y lo ingresó a las divisiones menores de club ‘Cardenal’.
Los años pasaron y en 1964, un 15 de marzo, el calendario recordará que Cañón hizo su debut en Santa Fe: al frente el rival fue Once Caldas. Su primera anotación llegaría 4 días después ante Nacional.
Alfonso logró gritar campeón en 1966, 1970, 1971 y 1975. También es reconocido como el máximo goleador de Santa Fe, un récord que lo convierte en uno de los jugadores más grandes del club.
Luego de pasar por otros equipos, en 1981 regresó para jugar nuevamente con Santa Fe y así retirarse del Fútbol Profesional, dejando una huella imborrable en la historia de Santa Fe y del rentado nacional.
Ómar Pérez, un argentino con corazón de león
Desde el sur del continente llegó un ‘10’ que enamoró a la hinchada cardenal y que fue protagonista en los títulos más importantes de Santa Fe, hasta el momento, en su historia: los campeonatos internacionales.
Luego de estar en algunos clubes del balompié nacional, un 2009 Ómar llega a la capital para defender a los ‘leones’ y ahí empezó un verdadero idilio entre el argentino y la hinchada santafereña.
Y es que Pérez logró 8 títulos nacionales y 2 internacionales: la Copa Sudamericana del 2015 y la Suruga Bank.