“Desde hace más de 300 años, las mujeres del Pacífico nariñense somos símbolo de trabajo, amor y tradición. Esos trascendentales valores son vitales en cada tumaqueña porque se constituyen en el motor que nos impulsa para trabajar y sacar adelante a nuestras familias”, expresó Darlys Inés Orobio quien desde el 2011 emprende a partir de la gastronomía tradicional.
Su iniciativa está relacionada con los platos típicos de ‘La Perla del Pacífico nariñense’ y tiene lugar en las playas de El Bajito. En su restaurante que entre los allegados de Darlys y sus vecinas es ampliamente conocido como ‘Sol y Mar – Mi Negra Linda’, propios y visitantes tienen la oportunidad de disfrutar desde las artesanales bebidas de plantas aromáticas, hasta los tradicionales camarones encocados.
En este modesto lugar donde asegura que se combinan los más exquisitos sabores de la chiyangua o cilantro cimarrón, la albahaca y la menta, obtiene el sustento económico con el que ha formado académicamente a sus 3 hijos.
“Me siento orgullosa de los resultados obtenidos hasta el momento, porque comprendo que la alegría que siento es el resulto de mi esfuerzo, dedicación y perseverancia. Si bien es cierto mis inicios fueron difíciles, entendí que mientras tengamos vida y salud todo es posible”, subrayó.
Su emprendimiento se constituye en referente para las demás mujeres que en El Bajito anhelan mejorar su calidad de vida.
“Por eso en las diferentes reuniones comunitarias intercambiamos saberes para determinar cual es el emprendimiento que mejor se ajusta a las habilidades de cada una de ellas. Mientras algunas se inclinan por la transformación de las bolsas de plástico, otras muestran su interés por la conservación de los manglares o en la innovación de los platos de la cocina regional”, argumentó.
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Travesía de sabores
Marcela García quien desde hace más de 10 años consagró su vida a la gastronomía y desde ese entonces decidió recorrer diferentes lugares de Colombia y Venezuela para sacarle provecho a sus saberes culinarios, retornó a su querido y enamorador Tumaco para emprender de la mano de Darlys.

“Los sabores que identifican a la cocina de las ciudades de Cali, Bogotá y desde luego de Isla Margarita, fueron las bendiciones que siempre me acompañaron en todos los proyectos gastronómicos que emprendí a lo largo de la travesía que hice entre Colombia y Venezuela”, destacó.
Ahora que volvió a su terruño, junto a Darlys busca sorprender a los paladares más exigentes con los tradicionales aborrajados de pescado, sopa de lentejas con pescado ahumado, empanadas de jaiba y el infaltable pusandao.
“Entre los postres y bebidas que más gustan a los comensales está el clásico jugo de borojó, el dulce de piña y el batido de aguacate. Con estos y otros productos elaborados con frutos de nuestra región innovamos en los platos y sabores de la región”, indicó.
Finalmente sostuvo que las mujeres unidas vencen todas las adversidades y que el intercambio de conocimientos las hace más sabias, humildes y emprendedoras.