El Juez 11 de Control de Garantías de Bogotá envió a la cárcel a cinco Policías, quienes habrían permitido que otros presos, dentro de la URI de Puente Aranda, en Bogotá, mataran a golpes a Juan Pablo González, sindicado de abusar de una menor de edad en Transmilenio.
Esta decisión la tomó el Juez tras acoger la solicitud de la Fiscalía y argumentar que sí hay pruebas para determinar que los uniformados incurrieron en los delitos de homicidio agravado a título de coautores por comisión u omisión y tortura a título de coautores por comisión u omisión.
Estos delitos les fueron imputados previamente, los cuales no aceptaron. "Este estrado judicial considera que sí hay una inferencia de autoría o participación, porque los patrulleros estaban a escasos metros", dijo el Juez durante la audiencia.
Los uniformados cobijados con esta medida son Byron Arley Gonzáles, Bladimir Sánchez Tarazona, Bryan Humberto Montealegre, Bryan Andrés Marín y Eduardo Blanco López.
¿QUÉ PASÓ?
De acuerdo con el relato de la Fiscalía, el 6 de noviembre de 2022, Juan Pablo González, quien estaba siendo procesado por los delitos de acceso carnal violento y hurto, por haber abusado de la menor Hilary Castro en la estación de La Castellana, luego de haberle mostrado un cuchillo y obligarla a salir del sistema articulado, fue enviado a la cárcel por un Juez de la República, por lo que fue trasladado a la Unidad de Reacción Inmediata de Puente Aranda.
En ese lugar, según el relato de la Fiscalía, mientras los cinco uniformados se encontraban prestando el servicio de custodia y seguridad de los presos que se encontraban allí, permitieron que otros privados de la libertad, recluidos en las celdas del segundo piso, especialmente los de la celda número cuatro, cogieran por su cuenta a Juan Pablo González, “le raparan su cabellera, lo condujeran al baño, lo obligarán a bañarse y le golpearan durante 27 minutos seguidos con puños y patadas, lesionándolo hasta que perdiera la vida”, dijo la Fiscalía durante la audiencia de imputación.
Además, el ente acusador indicó que los agresores de Juan Pablo González, mientras lo golpeaban, presuntamente lo orinaron y lo obligaron a tomar esos orines. “Mientras ello ocurría, le decían que eso le pasaba por haber violado una niña, que ahora no era tan macho como lo fue con la víctima, que era un violador y por eso merecía la muerte”.
Estos hechos los habrían cometido los presos, según la Fiscalía, como castigo y condena por ser un violador.