Gobierno no dialogará con grupo narcoterrorista que secuestró al patrullero: Comisionado de Paz
En la mañana de este domingo, el alto Comisionado para la Paz, Juan Camilo Restrepo y el ministro de Defensa, Diego Molano, se sumaron a las voces de rechazo por el secuestro del patrullero Tomás Blanco, exigiendo que sea liberado inmediatamente y asegurando que el Gobierno no negociará con el grupo armado ilegal.
“Quienes lo tienen secuestrado, las cosas por su nombre, secuestrado, es un grupo narcoterrorista, es una banda de delincuentes donde el Gobierno no se ha sentado ni se sentará a tener interlocuciones, y mucho menos utilizando la vida de los seres humanos para sus propósitos delictivos, no se equivoquen”, dijo el Comisionado para la Paz.
Esta respuesta se da luego de conocerse un video de 52 segundos de duración, donde se puede ver al patrullero atado de manos, junto a dos hombres que portan armas de largo alcance, declarando que “que el Gobierno Nacional se siente a negociar con la columna Franco Benavides de las Farc, del mismo modo dejan claro que si esto no es posible mi integridad se verá afectada”.
“Que sepan las disidencias de las Farc que cometen ellas un crimen de lesa humanidad, infringen el derecho internacional humanitario, tienen que liberarlo ya y respetar su vida, nuestra Fuerza Pública seguirá con las operaciones en la zona hasta liberarlo, hasta desmantelar esta organización”, aseguró el ministro de Defensa, Diego Molano.
Tomás Blanco fue secuestrado el pasado jueves 23 de diciembre en zona rural del municipio de El Rosario, norte de Nariño, cuando se transportaba en un carro de servicio público que tenía como destino el corregimiento de Esmeraldas, a una hora del casco urbano de la localidad de El Rosario.
En ese lugar, según versiones preliminares, el carro fue detenido en un retén ilegal, donde pidieron la identidad de las personas y el motivo de su llegada a la zona. Cuando Blanco les dijo que trabaja en la Policía, lo habrían hecho descender del automotor y ordenaron al conductor continuar la marcha, para luego llevarse al agente con rumbo desconocido.
