Al menos 207 personas murieron, más de 850 resultaron heridas y muchas otras pueden haber quedado atrapadas entre los vagones tras una colisión de tres trenes el viernes en el estado de Odisha, en el este de India.
Reporteros de la AFP en el lugar de la tragedia cerca de Balasore, a unos 200 kilómetros de la capital regional Bhubaneswar, observaron compartimentos de tren destrozados, con trozos de metal retorcidos y manchados de sangre.
Algunos vagones quedaron completamente volteados y los equipos de rescate buscaban supervivientes atrapados entre los restos de los vehículos, mientras decenas de cuerpos yacían junto a las vías cubiertos por sábanas blancas.
"Ya hemos contado 207 muertos y el balance todavía irá a más", dijo a la AFP el director general de los servicios de bomberos del estado de Odisha, Sudhanshu Sarangi, desde el lugar del accidente.
"Las labores de rescate continúan y nos tomará varias horas más terminarlas", agregó.
El secretario en jefe del estado de Odisha, Pradeep Jena, confirmó además que "unos 850 heridos fueron enviados a hospitales" y que las tareas de rescate seguían en marcha.
"Nuestra máxima prioridad ahora es rescatar (pasajeros) y suministrar apoyo médico a los heridos", afirmó.
Amitabh Sharma, director ejecutivo de Indian Railways, dijo a la AFP que dos trenes de pasajeros "tuvieron una implicación directa en el accidente" y que "un tercer tren, de mercancías, estaba estacionado en el sitio y también se vio implicado".
Los accidentes ferroviarios no son inusuales en India, que ha vivido varios siniestros de este tipo en el pasado, pero la magnitud de esta catástrofe ha causado conmoción.
Un sobreviviente afirmó a los reporteros locales de televisión que estaba durmiendo cuando ocurrió el accidente, y que despertó atrapado entre una decena de pasajeros. Consiguió salir del convoy arrastrándose, con heridas en el cuello y el brazo.
Otra cadena de televisión mostró imágenes gráficas de un vagón volcado y de personas que trataban de sacar a las víctimas.
- Hospitales abarrotados -
Ante la elevada cantidad de afectados, los heridos eran trasladados tanto en ambulancias como en autobuses hacia cualquier hospital que dispusiera de espacio.
"Preparamos a todos los grandes hospitales públicos y privados desde el sitio del accidente hasta la capital del estado para atender a los heridos", subrayó SK Panda, portavoz de las autoridades del estado de Odisha.
Agregó que "75 ambulancias" fueron enviadas al lugar y que también se desplegaron "muchos autobuses" para transportar a la vez a los pasajeros heridos.
En el hospital de distrito de Bhadrak, las ambulancias llevaban a los supervivientes ensangrentados y conmocionados, que recibían atención en salas abarrotadas.
El primer ministro indio, Narendra Modi, se mostró "afligido" por el accidente.
"En esta hora de dolor, mis pensamientos están con las familias que perdieron a seres queridos. Que los heridos se recuperen pronto", dijo Modi en Twitter.
El mandatario también dijo haber hablado con el ministro de Ferrocarriles, Ashwini Vaishnaw, para "estudiar la situación".
Este aseguró que se dirigía al lugar del siniestro y que se habían movilizado equipos de rescate, incluidas la Fuerza Nacional de Respuesta a Desastres y la fuerza aérea.
"Emplearemos todas las manos necesarias para la operación de rescate", tuiteó Vaishnaw.
A pesar de este incidente, la seguridad ferroviaria había mejorado significativamente en el país en años recientes gracias a inversiones masivas y actualizaciones tecnológicas.
El accidente ferroviario más mortífero del país se remonta al 6 de junio de 1981 en el estado de Bihar (este), donde siete vagones de un tren se precipitaron desde un puente hasta un río causando entre 800 y 1.000 muertos.
Más recientemente, el 20 de noviembre de 2016, un tren con 2.000 ocupantes se descarriló en el estado de Uttar Pradesh (norte) mientras la mayoría del pasaje dormía, causando 146 muertos y 180 heridos.
En este siglo, India ha tenido 13 accidentes de tren con más de 50 víctimas, tres de ellos fruto de atentados.