La escalada de violencia entre Israel y Hamás se recrudece este jueves en dos frentes: intensificación de los bombardeos en la Franja de Gaza, desde donde los movimientos palestinos siguen lanzando cohetes en dirección a Israel, y los disturbios en varias ciudades símbolos hasta ahora de la cohabitación árabe-israelí.
El ministro de Defensa israelí, Benny Gantz, ordenó el jueves un despliegue "masivo" de fuerzas de seguridad en estas ciudades donde cohabitan israelíes y palestinos con ciudadanía israelí, para combatir la violencia interna registrada en los últimos días.
Pese a los llamados de la comunidad internacional a frenar la escalada de violencia, cientos de proyectiles volvieron a sobrevolar los cielos de la Franja de Gaza.
Las fuerzas aéreas de Israel bombardearon múltiples objetivos, presentados como posiciones relacionadas con Hamás, el movimiento islamista que controla el enclave palestino.
En Gaza, ya son 83 los palestinos fallecidos en los ataques israelíes desde el lunes, entre ellos 17 niños, y se contabilizan 487 personas heridas, informó el jueves el ministerio de Salud de la Franja.
Portavoces militares israelíes dijeron que han bombardeado Gaza más de 600 veces desde el lunes y desde la Franja los movimientos armados palestinos han lanzado más de 1.600 cohetes en dirección a Israel.
Poco después de medianoche, las alertas de cohetes se activaron en el sur del país, pero también en Tel Aviv, por primera vez desde el inicio de la escalada el lunes, así como en el norte. Todos los vuelos con destino al aeropuerto internacional de esa ciudad fueron desviados hasta nuevo aviso.
En el sur de Israel, siete personas murieron, incluyendo un niño de seis años, después de que un cohete alcanzara su vivienda, indicaron los socorristas.
Mientras tanto, la aviación israelí bombardeó posiciones de Hamás en la Franja de Gaza --un enclave palestino con dos millones de habitantes bajo bloqueo israelí-- entre ellas los locales relacionados con operaciones de "contraespionaje" de Hamás y la residencia de Iyad Tayeb, un comandante del movimiento.
El movimiento islamista anunció el miércoles la muerte del jefe de su brazo militar para la ciudad de Gaza, la principal del territorio palestino.
La aviación israelí destruyó un edificio de más de diez plantas que albergaba las oficinas de la cadena de televisión palestina Al Aqsa, creada por Hamás.
La virulencia de las hostilidades entre Israel y los grupos armados de Gaza ha alcanzado sus peores niveles en siete años, tras el detonante de los enfrentamientos en Jerusalén Este en la Explanada de las Mezquitas, un lugar ultrasensible para musulmanes y judíos.
Disturbios en las ciudades "mixtas"
En paralelo de estos bombardeos, se han registrado cada vez más disturbios en las ciudades llamadas "mixtas", donde cohabitan israelíes y palestinos que tienen la ciudadanía israelí.
"La violencia dentro de Israel llega a un nivel inédito desde hace décadas", dijo a la AFP Micky Rosenfeld, portavoz de la policía israelí.
Según él, unos mil efectivos de la guardia fronteriza fueron desplegados para frenar la violencia, y más de 400 personas fueron detenidas.
En Lod, una ciudad industrial donde el 40% de la población es palestina con ciudadanía israelí, es decir descendientes de los palestinos que se quedaron en sus tierras en 1948 tras la creación del Estado de Israel, la tensión se disparó entre jóvenes árabes y grupos de judíos extremistas.
"Lo que está ocurriendo en los últimos días en las ciudades de Israel es insoportable (...) nada justifica este linchamiento de árabes por judíos y nada justifica el linchamiento de judíos por árabes", declaró el primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, que aseguró que Israel se enfrenta a un "combate en dos frentes".
ONU
Ante el recrudecimiento de la violencia, el Consejo de Seguridad de Naciones Unidas se reunirá de nuevo el viernes, por tercera vez en la semana.
Durante las dos primeras videoconferencias Estados Unidos se opuso a una declaración conjunta para detener los enfrentamientos, al considerarla "contraproductiva" de momento, según diplomáticos.
No obstante, Washington anunció el envío de un emisario a Israel y a los Territorios Palestinos ocupados para exhortar de nuevo a la "desescalada", mientras que Moscú pidió una reunión del Cuarteto para Oriente Medio (UE, Rusia, EE.UU., ONU).
Pese a ello Netanyahu, que habló por teléfono con el presidente estadounidense, Joe Biden, dijo que pretende "seguir" bombardeando para debilitar la "capacidad militar" de Hamás.
El presidente palestino, Mahmud Abas, que se encuentra en Cisjordania, habló con el jefe de la diplomacia estadounidense Antony Blinken para pedirle que haga "cesar los ataques israelíes".
Por su parte, Blinken hizo saber en un tuit que le había manifestado la "necesidad de poner fin a los ataques con cohetes y reducir las tensiones".