El número de personas desplazadas a causa de los conflictos y las crisis en el mundo se duplicó en diez años, hasta alcanzar un récord de 82,4 millones, y Venezuela es el segundo país más afectado por detrás de Siria, indicó la ONU este viernes.
Si se tienen en cuenta las situaciones de desplazamiento internacional, Venezuela ocupa el segundo puesto a nivel mundial, con 3,9 millones, solo superado por Siria y los 6,7 millones de ciudadanos que tuvieron que abandonar sus hogares, según un informe del Alto Comisionado de la ONU para los Refugiados (ACNUR) divulgado este viernes.
El documento destaca que el número de refugiados, de personas desplazadas dentro de su país y de solicitantes de asilo aumentó hasta alcanzar los 82,4 millones en 2020, un 4% más que los 79,5 millones registrados en 2019, que ya constituían un récord.
Así las cosas, 2020 fue el noveno año consecutivo de alza continua de desplazamientos forzados en el mundo.
Como en años anteriores, los venezolanos constituyeron el segundo mayor grupo de población desplazada a nivel internacional, con cerca de 171.800 refugiados registrados y más de 3,9 millones de desplazados que carecían de estatus de refugiados.
Por detrás de Siria y de Venezuela, se encuentran Afganistán (2,6 millones), Sudán del Sur (2,2 millones) y Birmania (1,1 millones).
Durante la pandemia, "todo se interrumpió, incluida la economía, pero las guerras, los conflictos, la violencia, las discriminaciones y las persecuciones -todos ellos, factores que empujan a la gente a huir- continuaron", explicó a la AFP el Alto Comisionado de Naciones Unidas para los Refugiados, Filippo Grandi.
En la actualidad, el 1% de la humanidad está desplazada y hay el doble de "personas desarraigadas" que hace diez años, cuando el número total rondaba los 40 millones, advirtió el ACNUR.
Desplazados internos
Pero "el gran salto concierne la cifra de las personas desplazadas dentro de su propio país", que ya se eleva a 48 millones, "un número sin precedentes", subrayó Grandi durante la presentación del estudio.
A finales de 2020, Colombia continuaba registrando el mayor número de desplazados internos, 8,3 millones de personas, indica el informe, basándose en cifras gubernamentales.
A causa de las crisis que han sacudido ese país y otros como Etiopía, Sudán, Mozambique, Yemen, Afganistán y la región del Sahel, el número de desplazados internos se incrementó en más de 2,3 millones el año pasado.
El informe también apunta que, durante el pico de la pandemia de covid-19, en 2020, más de 160 países habían cerrado sus fronteras y que 99 de ellos no hicieron excepción alguna para atender a personas que buscaban protección.
Pero después, recurriendo a medidas como exámenes médicos en la frontera, certificados de salud o la instauración de cuarentenas a la llegada, o simplificando algunos procedimientos y realizando entrevistas a distancia, cada vez más países hallaron el modo de garantizar el acceso a los procedimientos de asilo a pesar de la pandemia de covid-19.
En este sentido, el gobierno de Colombia, un país que acogió a 1,7 millones de desplazados el año pasado, anunció en febrero de 2021 que otorgaría un estatuto de protección temporal a más de un millón de venezolanos.
No obstante, por primera vez en cinco años, el número de venezolanos en Colombia se redujo, pues alrededor de 124.600 regresaron a su país por las dificultades económicas ocasionadas por la pandemia.
Según las cifras de la ONU, Colombia fue el segundo país del mundo que más población refugiada acogió (un 7% del total), por detrás de Turquía (3,7 millones) y por delante de Pakistán (1,4 millones), Uganda (1,4 millones) y Alemania (1,2 millones).
Enfoques egoístas
El 42% de todas las personas desarraigadas son jóvenes menores de 18 años. Según las estimaciones del ACNUR, cerca de un millón de niños nacieron como refugiados entre 2018 y 2020.
"La tragedia de tantos niños y niñas nacidos en el exilio debería ser razón suficiente para maximizar los esfuerzos para prevenir y acabar con los conflictos y la violencia", sostuvo Filippo Grandi.
En 2020, cerca de 3,2 millones de desplazados internos y solo 251.000 refugiados pudieron volver a sus hogares, respectivamente un 40% y un 21% menos que en 2019.
La reubicación de refugiados también registró una bajada drástica. Solo 34.400 refugiados fueron reinstalados el año pasado, un nivel mínimo en 20 años, a causa del número limitado de plazas y de la pandemia, según Acnur.
"Las soluciones requieren que los líderes mundiales y aquellas personas con capacidad de influencia dejen de lado sus diferencias, pongan fin a los enfoques políticos egoístas y, en cambio, se centren en prevenir y resolver los conflictos y garantizar el respeto por los derechos humanos", declaró Grandi.