La suspensión del suministro de gas ruso a Bulgaria y Polonia, por no haber pagado en rublos como solicitaba el gobierno ruso, es consecuencia de unos actos hostiles contra Rusia, afirmó el miércoles el Kremlin.
"Las condiciones fijadas forman parte de un nuevo método de pago elaborado tras unas acciones inamistosas sin precedentes", que siguieron a la ofensiva rusa en Ucrania, declaró el portavoz del Kremlin, Dmitri Peskov.
El vocero dijo que Rusia tuvo que elaborar un nuevo método de pago tras el "robo" de una "parte significativa" de las reservas rusas, en alusión al congelamiento de las reservas de divisas extranjeras que Rusia tiene en el extranjero.
"No se trata de un chantaje", añadió Peskov, en respuesta a las acusaciones en este sentido de la presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen.
El mes pasado, el presidente ruso, Vladimir Putin, había declarado que únicamente se aceptaría el pago del gas ruso en su moneda nacional, en respuesta a las sanciones adoptadas a raíz de la campaña militar del Kremlin en Ucrania.