Nuevos bombardeos se registraron este viernes cerca de la ciudad ucraniana de Stanytsia Luganska (este), bajo control de las fuerzas gubernamentales que luchan contra separatistas prorrusos, comprobaron periodistas de la AFP en el lugar.
El sonido de las bombas se escuchaba desde esta localidad, que fue blanco el jueves de varios obuses de los separatistas. Uno de ellos cayó sobre una guardería de niños, aunque no hubo que lamentar víctimas.
Estos bombardeos avivan la tensión existente entre Rusia y los países occidentales, que temen una invasión de Ucrania por parte de Moscú, que ha desplegado casi 150 mil militares en la frontera.
Ucrania y varios países occidentales acusaron a Rusia de buscar un pretexto para invadir a su vecino y estos crecientes enfrentamientos entre el ejército ucraniano y los separatistas podrían ser, según ellos, la excusa perfecta.
Sin retaliación
Ucrania "no tiene la intención" de llevar a cabo ofensivas contra los territorios separatistas del este del país o de la península anexionada de Crimea, expresó este viernes el ministro ucraniano de Defensa.
"Reforzamos nuestra defensa. Pero no tenemos la intención de efectuar ninguna ofensiva" contra estos territorios, declaró el ministro Oleksiy Reznikov en el Parlamento.
Reznikov también indicó que de los 150 mil soldados que Rusia tiene desplegados en la frontera, entre las fuerzas terrestres (129.000) y los componentes naval y aéreo.
El responsable insistió en que Ucrania no daría a Moscú una razón para atacar su territorio.
"Nuestra misión es no hacer ninguna de las cosas que los rusos están intentado provocar que hagamos", afirmó.
"Tenemos que frenarlos, pero mantener la sangre fría", agregó.