La profe Libia y su largo camino para conectarse con sus alumnas
Por: Jhoan Ticora
“Creemos en el poder de la mujer, valoramos su talento, potenciamos su capacidad y fortalecemos su liderazgo”, dice en sus redes sociales el Colegio Nacionalizado Femenino de Villavicencio. Hoy más que nunca, la docente de esta institución, Libia Estela Tabima Montoya, hace honor a esa premisa en esta cuarentena para cumplirle a sus alumnas.
La maestra, como muchos educadores, estudiantes y padres de familia en el país, encontró en las clases virtuales un camino desconocido y de difícil acceso. Libia, pasó de pasearse por un salón con marcador en mano, a cargar un porta con su almuerzo para desplazarse cada tarde hasta un café internet en la vereda Apiay, al oriente de Villavicencio, y sentarse durante horas frente a un computador a dictar sus clases.
El sindicato de docentes en el Meta, conoció su historia a través de una carta que ella envió, solicitando ayuda por su problema de conectividad en la zona rural donde vive.
"Me levanto muy temprano, preparo mi almuerzo, y a eso de las 10 de la mañana ya tengo todo listo. Llego al café internet sobre el mediodía, hablo con las niñas acerca de las temáticas que vamos a manejar, les doy una pausa activa y aprovecho para sentarme en un andén y tomarme mi alimento", cuenta la docente.
La profe Libia es licenciada en básica primaria, con cuatro especializaciones en su hoja de vida y 43 años de experiencia en las aulas. Ella se repite una y otra vez que el cuento de las clases virtuales y del uso de las herramientas tecnológicas no le pueden quedar grande, a pesar de haberse formado y de enseñar bajo otras dinámicas.
"La tecnología a uno lo atropella de alguna manera, porque nosotros somos más de salón, de estar caminando de un lado hacia otro. Yo no soy maestra de sentarme en una silla toda una tarde frente a un aparato, y ahora me he tenido que reinventar", dice la profe Libia.
De acuerdo con Alida Rosa Jiménez, miembro de la Junta Directiva de la Asociación de Educadores del Meta, la situación de riesgo frente al Covid-19 de la maestra Libia por sus desplazamientos, no es ajena a la que viven otros docentes de la región, que de manera voluntaria se las ingenian para facilitar el aprendizaje de sus alumnos en condiciones menos favorables.
"Los docentes se están exponiendo todo el tiempo. Algunos se encargan de llevar las guías y el refrigerio del PAE a los colegios. Otros incluso van hasta las casas de sus estudiantes a llevarles los trabajos, porque son niños que viven en extrema pobreza y no encuentran manera de acceder a este nuevo modelo de educación", manifestó Alida Jiménez.
Y es que los problemas de conectividad en el Meta se estarían dando en cerca del 24 % de la población, esto con base en un informe del Departamento Administrativo de Planeación del Meta en el 2017, que reveló que en las zonas rurales viven más de 240 mil personas.
Mientras tanto la maestra Libia, seguirá llevando su porta en mano y desplazándose hasta ese café internet de la vereda Apiay, para conectarse con sus estudiantes del Colegio Nacionalizado Femenino de Villavicencio.
