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Vacunas en los primeros años de vida: un gesto de cuidado y amor

La Organización Mundial de la Salud estima que con la vacunación se pueden salvar entre dos a tres millones de vidas cada año.
Vacunación para menores de edad
Foto: Colprensa
María Camila Sánchez

La vacunación es considerada por muchos profesionales de la salud como una estrategia de cuidado y protección que busca disminuir (e incluso desaparecer) el riesgo de enfermar o morir por cuenta de determinadas enfermedades. El esquema de vacunación en Colombia está dirigido a todos los niños y niñas menores de cinco años, según el Ministerio de Salud, y este está distribuido según la edad, el propósito y las dosis.

“La vacunación es una de las medidas de salud pública que más vidas salva. Gracias a la vacunación hoy no vemos enfermedades como la viruela, y en los niños ya no vemos enfermedades como el sarampión y muchas otras que causaban un gran impacto y fuertes secuelas en las hospitalizaciones y muertes”, indicó en Contacto Directo el doctor Germán Camacho Moreno, infectólogo pediatra la Fundación Hospital pediátrico la Misericordia HOMI y de la Fundación Hospital Infantil Universitario de San José, profesor del departamento de pediatría de la Universidad Nacional de Colombia y vicepresidente de la Asociación Colombiana de Infectología ACIN.

“El plan de inmunización en Colombia ha venido cambiando de forma importante y hoy tenemos vacunas para prevenir más de 20 enfermedades. El plan comenzó en los años 70 con las primeras vacunas como la triple viral, las vacunas contra la poliomelitis y la tosferina, y se han venido ampliando a otros biológicos como, por ejemplo, en el año 2013 que se incorporó la Hepatitis A, en el 2012 se incorporó la vacuna del neumococo, y en el 2015 la varicela. Progresivamente se han implementado una serie de cambios para dar mayor protección contra más enfermedades y también la utilización de vacunas cada vez más seguras”, indicó.

La Organización Mundial de la Salud estima que con la vacunación se pueden salvar entre dos a tres millones de vidas cada año, razón por la cual los médicos insisten en la seguridad y eficacia de estos biológicos que a lo largo de los últimos años han demostrado controlar la propagación de múltiples enfermedades y proteger muchas vidas.

“Es muy importante iniciar el esquema de vacunación en los primeros años de vida porque los niños en su sistema inmunológico van adquiriendo esas defensas que les van dando las vacunas. Especialmente los niños lactantes son los más susceptibles a que lleguen determinadas enfermedades que hoy ya son prevenibles gracias a las vacunas como el neumococo, la meningitis, la tosferina, entre otras que son muy frecuentes en este grupo etario. Esto ha hecho que el índice de mortalidad en menores de cinco años haya disminuido en el tiempo”, advirtió.


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Posibles efectos secundarios de las vacunas

Como toda vacuna, es posible que el día siguiente a la aplicación del biológico el menor presente cuadros de fiebre, malestar y dolor en el lugar de la aplicación; sin embargo, según el doctor Camacho, estos síntomas desaparecerán sin dejar secuelas.

“Muchas vacunas pueden llegar a tener efectos adversos leves en un 20 o 30 por ciento de los casos; son síntomas transitorios y pasajeros que no dejan secuelas, pero el beneficio si se queda en el organismo, es decir, las defensas para proteger el sistema de cualquier enfermedad”, dijo.

¿Automedicación para tratar esos síntomas?

Tenga cuidado, no cualquier medicamento debe suministrarse con la primera aparición de un síntoma. El doctor Camacho explicó que los antibióticos son muy útiles para tratar infecciones bacterianas, pero, un manejo inadecuado, podría desencadenar resistencias bacterianas que le impedirán al cuerpo combatir futuras infecciones.

“Cuando uno se auto fórmula medicamentos con receta no sabe con certeza si realmente necesita ese medicamento, tampoco sabe la dosis ni el tiempo en el que los debe recibir y se ve expuesto a los efectos adversos de un medicamento. Los antibióticos tienen un impacto importante en la resistencia a las bacterias, es decir, que si uso un antibiótico, las bacterias se pueden volver resistentes a ese medicamento y después hará que, cuando haya una infección por bacterias, no le sirva a mi organismo o a las personas que conviven conmigo porque la resistencia también se pasa entre individuos”, explicó.

Por lo anterior, insistió en que “es posible que el menor pueda tener dolor en el lugar donde le aplicaron la vacuna y tenga fiebre; para esos síntomas se puede suministrar acetaminofén sin mayor problema y esos síntomas no deben durar más de uno o dos días. Hay que prestar atención a cualquier enfermedad que pueda estar presente y que se manifestará con signos de alarma: si la fiebre persiste por más de 72 horas, si el niño no se ve bien, si tiene dificultad para comer, si tiene vómito persistente, dificultad para respirar, si está muy somnoliento, si respira con dificultad, si se le hunden las costillas o si se presenta alguna convulsión, ahí es necesario acudir al médico”, puntualizó.

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