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‘Gallo de pelea’, una película que retrata la valentía y las luchas personales

Esta historia grabada en Trujillo, Valle del Cauca, llega a las carteleras del país el próximo 8 de septiembre.
Gallo de pelea estreno cines de Colombia | 8 septiembre
Cortesia
Diana Leal

Una nueva película dirigida por el caleño Harold de Vasten llega a las salas de cine en Colombia el próximo 8 de septiembre. Se trata de un drama musical ambientado en el realismo mágico, cargado de mensajes de vida pues la cinta muestra a través de metáforas conflictos humanos, ambiciones e intereses que durante décadas han afectado distintas poblaciones del país.

La historia plasmada en este largometraje, contada a través de sus personajes y su idiosincrasia, es un llamado del director a la tolerancia y el respeto por las diferencias, “esta película nace de la necesidad de hacer una alegoría a la vida y a la paz, borrando el estigma que durante años azotó a la población de Trujillo en el Valle del Cauca. Con esta historia queremos hacer un llamado al público para que pueda concientizarse de que la violencia no es el mejor camino para la resolución de cualquier conflicto, siempre se debe apostar por el respeto y la tolerancia", asegura De Vasten.

Cabe resaltar que el metraje no es una apología a las peleas de gallos, ya que en la historia el animal cumple un papel simbólico. En la película, don Gilberto, un humilde y silencioso cultivador decide ponerle cara a su destino, inspirado por la valentía de este gallo de pelea que misteriosamente aparece en su vida, luego de una serio de eventos dolorosos.

Esta película producida por Comin Sun Films y Gilberto Obando Producciones hace además una adaptación de la cultura vallecaucana a través de la música, donde Gilberto Obando, además de ser protagonista, interpreta la canción ‘El colorado’, que fue compuesta por el director de Vasten y producida por Ancízar Fernández.

La producción podrá verse en las salas de cine gracias a Distrito Pacífico, distribuidora de cine comunitarios, independiente y alternativo.

“Esta película tenía como objetivo mostrar algo diferente y lo estamos cumpliendo, no estamos detrás de premios, sino que buscamos el aplauso, la sonrisa de la persona que va a vernos a cine y tiene esa experiencia cercana”, afirma el director.


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- ¿Qué lo inspiró a escribir esta historia?

Mis abuelos se conocieron en una pelea de gallos, en una gallera en Tagua, y por eso desde pequeño siempre escuché de eso, yo decía “eso qué es y por qué la gente disfruta de ir”. Cuando crecí pedí que me llevaran a ver porque me interesaba demasiado, y cuando llegué yo empecé a ver cómo se transformaba el rostro de la gente en esas peleas de gallos y era una cosa impresionante. Yo solo me preguntaba por qué ellos disfrutaban de que se mataran los gallos allá y eso me incentivo a seguir investigando y observando, casi en una labor periodística, y por eso me metí a muchas peleas de gallos en muchos pueblos.

A raíz de eso nació una historia que se llamó 'La última pelea del general Bolívar', que fue una novela que escribí y fue la que posteriormente me llevó a hacer cine, porque la compartí en mi círculo cercano y ellos me incentivaron a grabarla y por eso empecé a tocar muchas puertas.

- ¿Por qué contar historias como ‘Gallo de pelea’?

Después de haber actuado en varias producciones de cine y conocer qué es lo que se estaba contando aquí en Colombia me di cuenta que hacía falta contar otras cosas, distintas al narcotráfico, a la violencia, o a historias intelectuales de esas que uno tiene que ser un erudito para identificar los mensajes de esas historias que a mí me gusta y son una expresión artística válida, importante, pero hay que contar otras cosas porque en los pueblos hay otras historias.

Por eso desde que hice la película ‘Vía Crucis’ que también salió en cines en 2018, me di cuenta que no solo hay otras historias sino que el público las está esperando, y ahora con ‘Gallo de pelea’ me doy cuenta que la gente se siente identificada con sus historias del campo y dicen “uy, por fin nos tuvieron en cuenta”.

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- En la película hay actores empíricos, ¿Cómo fue la experiencia trabajando con este elenco?

Hay muchas cosas que contar, pero de las cosa que puedo resaltar es que se lleva uno muchas sorpresas porque la gente que llega a casting siempre llega con ese sueño de participar, no tienen la experiencia pero sí las ganas y la inquietud, entonces llegan a un lugar donde se les da la oportunidad. Otra sorpresa es que había personas que llegaban al casting y se veían muy lindas, muy tiernas, y antes de empezar el casting decían que querían hacer el papel de uno de los malos de la historia, entonces eso nos parecía muy cómico.

Trabajar con estos actores es muy grato porque se dejan guiar, tiene el talento y las ganas, y uno queda aterrado.

Todo este talento empírico se complementa con los actores que hicieron parte de la producción y que sí tienen trayectoria, porque había algunos papeles exigentes que requerían de esta experiencia, algunos de ellos son Gilberto Obando, el protagonista, Héctor Paredes y Héctor Mauricio Mejía.

- ¿Cómo fue grabar teniendo al gallo como uno de los personajes más importantes?

Pancracio fue un protagonista impresionante, porque en unas escenas necesitábamos que cantara, y el gallo no cantaba, entonces optamos por traer otro gallo y él al escucharlo también cantaba, entonces cuando íbamos a grabar esas escenas yo decía “Acción”, y de hacerlo tantas veces Pancracio relacionó la palabra con que tenía que cantar, entonces cuando decíamos “acción” siempre cantaba y por eso interrumpió en el audio de varias escenas, fue toda una anécdota.

A Pancracio lo rescatamos de un criadero de gallos de pelea del pueblo, lo compramos, y ahora vive en una finca, pero a veces, por lo que sigue su instinto, es problemático. Pero durante el rodaje fue muy lindo, todos lo consentíamos y no era arisco, nos lo queríamos llevar a Cali, pero nos tocó dejarlo en Trujillo.

En la película no estamos haciendo una apología a las peleas de gallos, sabemos que es cultura y es algo arraigado en nuestros pueblos y uno lo respeta, pero no estamos de acuerdo. De hecho, durante el rodaje para las escenas de las peleas les poníamos a los gallos unas protecciones de cauchito y esparadrapo en el pico para que no se hicieran daño, lo demás lo hacíamos con maquillaje.

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- ¿Cómo se financió la película?

El producto que resultó de esta producción tiene más amor que presupuesto. Nosotros llegamos a los pueblos, en este caso a Trujillo, que fue la locación propuesta por Héctor Paredes, y le contamos a la comunidad que teníamos una historia, dejando claro que no buscábamos dinero pero si apoyo, entonces entre todos nos brindaron hospedaje, donde cocinar, era muy bonito porque ahí empieza el trabajo comunitario, porque al otro día llegaban los actores o vecinos con bolsas con pan, arroz, papas, entonces esas cosas son realmente bellas.

Así mismo, Gilberto Obando, que también fue productor, sacaba presupuesto de su ferretería para reconocer a los amigos porque ellos tenían pagos que hacer y tenían familias a su cargo, entonces fuimos rebuscando y entre todos reunimos.

La parte de la postproducción fue más compleja porque hay que contratar expertos, pero se logró finalmente, después de mucho tiempo. La película fue grabada en 2017 estaba lista en 2020, pero por la pandemia no la pudimos estrenar, pero en estos años la mejoramos, el audio está en 5.1. Con Distrito Pacífico es quien nos está ayudando con la distribución de la película.

- ¿Cuál es su invitación para el público que está leyendo esta nota?

Sin querer alardear, este es el inicio de un estilo de cine diferente, que cuenta la historia de los pueblos, de personas del común, son historias sencillas pero que tiene historias de vida, entonces los invitamos a las salas desde el 8 de septiembre para que vivan esta experiencia íntima con la historia y que se puedan trasladar a esa vereda para escuchar el canto del gallo que aparece mágicamente pero que representa muchas de las historias fantásticas como en el realismo mágico, en donde Gabo también usa un gallo como metáfora y que sirvió para nosotros como inspiración. Esta es una historia entrañable que les va a gustar.

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