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Historia de Colombia: 30 años de ‘El apagón’ y la ‘Hora Gaviria’

El apagón se inició en marzo de 1992 y terminó en febrero de 1993, con cortes de luz de nueve horas en Bogotá.
30 años de ‘El apagón’ y ‘La hora Gaviria’
Foto: Colprensa
Ana María Lara

En plena postmodernidad, al menos a nivel urbano, terminando el siglo XX y durante el gobierno de “la apertura” y de la entrada a la globalización, de pronto los colombianos nos vimos presos de la oscuridad, de las tinieblas y tuvimos que recordar cómo nuestros abuelos se las ingeniaban con leñas y velas.

Estufas de gasolina, pipetas de gas, entre otros recursos, fueron una solución. Estuvimos privados de la televisión por largas horas durante el día; muchos se vieron obligados a despertar a sus hijos para que se bañaran con agua fría antes de que despuntara el alba y lograr que asistieran a sus primeras clases en el frío y la oscuridad.


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En las tardes, el programa de muchos niños y jóvenes que vivían en las ciudades eran los juegos de mesa, parqués, monopolio, y el pasatiempo de los adultos eran las conversaciones. Fue una oportunidad para recordar viejas historias de familia. En 1992 no se había consolidado aún el internet, no había redes y menos aún celulares. Fue el reino de las pilas para los aparatos de radio. En las calles, sonaba el ruido de las motobombas instaladas en las puertas de los almacenes.

El apagón se inició en marzo de 1992 y terminó en febrero de 1993, con cortes de luz de nueve horas en Bogotá, diez horas en seis departamentos de la Costa Atlántica y hasta 18 horas en San Andrés y Providencia.

Como el Covid, cambió la vida cotidiana de los colombianos. El Gobierno además, por iniciativa de Juan Manuel Santos, entonces ministro de Comercio adelantó una hora los relojes a partir del 2 de mayo de 1992 y la medida duró hasta enero de 1993. A ese cambio se le conoció como ‘La Hora Gaviria’.

Las causas del apagón fueron el fenómeno del Niño, la disminución del nivel de los embalses, el retraso y los sobrecostos del megaproyecto hidroeléctrico del Guavio, la crisis financiera por la devaluación del peso y los problemas durante la administración de ISA, empresa dedicada al transporte eléctrico.


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El Gobierno intentó paliar el problema importando barcazas generadoras de energía de la firma HMS Global Corporation, con un resultado negativo por falta de compatibilidad para el enlace con el sistema interconectado de Colombia, perdiéndose en ese negocio la suma de nueve millones de dólares.

La situación mejoró y se normalizo en febrero de 1993, con la recuperación, finalmente, de un buen nivel en los embalses. El Gobierno creó una Comisión de Evaluación que determinó la responsabilidad de ISA, la cual fue multada.

Fue necesaria la reorganización del sector eléctrico, con la creación de la CREG (Comisión de Regulación de Energía y Gas) en 1994 y la llegada al sector de la inversión privada. Se reguló la generación, interconexión y transmisión de energía con la ley 143. El resultado de todo el episodio fue la privatización del servicio eléctrico. Luego de muchos retrasos, también se terminó la obra del Guavio y se pudo contar con las centrales de Urra, Porce II Y Miel II.


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La Luciérnaga de Caracol, uno de los programas de mayor sintonía de la radio colombiana, fue creada por un grupo de periodistas liderados por Hernán Peláez, para responder a la situación del apagón con música, poesía, noticias y sátira. Con esta propuesta sedujeron a los colombianos durante ese periodo y treinta años después, el programa continúa al aire como un icono de la radio.

Hoy todavía hay zonas del país que no cuentan con el servicio de energía eléctrica las veinticuatro horas, como el Chocó, en algunos municipios, con apenas el servicio se activa por cinco horas diarias.

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