Historias de vida con el autismo hay millones, pero hay una que en Colombia puede llamar la atención y es la de Mariana Ferrer, una destacada directora y productora audiovisual, a quien la vida le dio un giro con la llegada de su hijo Simón, que fue diagnosticado con autismo desde muy pequeño.
Desde ese momento, Mariana se embarcó en un camino lleno de desafíos, centrando su atención en comprender y apoyar a Simón, quien se convirtió en el centro de su vida y su mayor amor.
Con la llegada de la pandemia de covid-19, Mariana y Simón tomaron una drástica decisión: dejar la ciudad y refugiarse en el campo, donde ella diseñó una nueva rutina que se adaptaba a las necesidades de Simón.
En el campo, Simón cuida de perros, gatos, gallinas y conejos, se sienta en el pasto y ve el amanecer entre las montañas, pero además asiste a una escuela en proceso de inclusión que no le da prioridad a los logros académicos, sino a su capacidad de hacer amigos.
Basándose en sus experiencias junto a Simón, Mariana decidió compartir su viaje con otras personas, dando origen a la fundación ‘Los amigos de Simón’.
“Con la fundación quisimos mejorar la vida de otras familias con hijos que tienen autismo y mediante talleres, charlas y acompañamiento lo hemos logrado haciendo conciencia que el autismo es una condición de vida que acompaña a las personas desde que nacen hasta que mueren”, cuenta Mariana.
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Ahora en medio de la Feria Internacional del Libro de Bogotá, Mariana y Simón estrenaron su libro ‘Los Regalos de Simón’, una obra íntima que relata la vida de la autora junto a su hijo.
En estas páginas, a través de vivencias cotidianas, los dos comparten la valentía y el amor incondicional que caracterizan su relación, y demuestran con su día a día que las personas dentro del espectro autista pueden llevar una vida digna y feliz a pesar de los conflicto y dificultades que les plantea el mundo en su día a día.
“Esta no es una enfermedad, así que las personas con autismo no necesitan ser “curadas”, sino que necesitan ser aceptadas y comprendidas en su diferencia”, asegura Mariana.
Según Mariana, “mediante las líneas de este libro, queremos destacar que la barrera más grande que tienen las personas como mi hijo, no es la condición en sí, si no la falta de conocimiento de la sociedad que no se las pone nada fácil”.
“El libro es eso, es ver que así uno crea que no va a poder salir del hueco... con trabajo y compromiso se puede ser feliz en el espectro, con miles de desafíos y saltando matones, pero entendiendo la felicidad como el saber capotear de la mejor manera lo que sea que llegue”, dice la mamá de Simón.
Esta historia es un ejemplo inspirador de cómo el amor, la comprensión y la dedicación pueden superar los obstáculos del autismo y crear una comunidad más inclusiva y consciente.