Las danzas del garabato y el mapalé son dos manifestaciones del Carnaval de Barranquilla que recogen tradición y evolución; enfrentamiento y erotismo. Estos bailes hacen parte de la identidad cultural de la región caribe colombiana.
Ricardo Sierra Vásquez, rey Momo del Carnaval en 2018 y quien personifica a la muerte en el grupo Garabato UniLibre, manifiesta que la temática principal de la danza es la lucha entre la vida y la muerte. ¿Quiénes representan la vida? Los bailarines ¿Y la muerte? es el personaje. ¿Quién triunfa entre la vida y la muerte? Siempre va a triunfar la vida, afirma.
Agrega que cuando hace décadas la familia Vengoechea sacó una comparsa, porque le llamaban así en ese tiempo, tomaron algunos elementos de los que habían visto del Congo y vistieron de lujo al Garabato.
“Le cambiaron el turbante que tiene el Congo, por un sombrero; le quitaron los volantes que lleva el pantalón, por unas medias, haciendo alusión a los españoles. Esta es una historia que la gente muy poco conoce”, expresa.
El profesor Ricardo Sierra enfatiza que los cabildos de Cartagena fueron los espacios donde se conservaron muchas de estas tradiciones que hoy vemos en el Carnaval de Barranquilla. Sin embargo, cuando los congos llegaron al departamento de Magdalena, se dieron algunos cambios.
“Los congos, danza guerrera, se arraigaron en Cartagena pero cuando llegan a Ciénaga cambian el machete por un garabato, elemento que utilizaban los cultivadores para limpiar sus terrenos, y se convierten en una danza campesina. De ahí toma el nombre de danza del Garabato”, explica Sierra.
Anota que cuando la familia Vengoechea viste a la danza, “le hace un homenaje al Carnaval de Barranquilla con los colores amarillo, rojo y verde con fondo negro”.
Subraya que a nivel danzario, el Garabato toma algunos elementos coreográficos como son las filas, los abanicos, los túneles, los caracoles que también se hacen en el Congo”, explica Sierra Vásquez.
La identidad musical de la danza del Garabato está relacionada con la composición que resultó del experimento hecho por el maestro Antonio María Peñaloza con el tema ‘Te Olvidé’, a ritmo de Chandé.
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A propósito, Adlai Stevenson Samper, en el libro ‘Carnaval de Barranquilla, la Fiesta Sin Fin’, dice que el sonido que identifica las fiestas está presente en los toques de tambor de sus danzas y los cuales Peñaloza “los había explorado como tamborero y los había denominado toque de garabato, que fue el que impuso con la Sonora Curro en Te Olvidé”
Pero agrega que, para otros, el nombre es chandé, que nos traslada a los bailes cantados de la depresión momposina, a la tambora, al berroche y la guacherna, otros aires o sonidos propios de esa región.
Mapalé
Cuando se habla de Mapalé, se hace referencia a la influencia de los esclavos y las esclavas que fueron traídos a nuestra región Caribe, dice el licenciado en danza y rey Momo 2018, Ricardo Sierra.
Indica que muchas historias se tejen sobre los orígenes del mapalé. Una, que los movimientos de la danza son una imitación de lo que pasa cuando un pescado es sacado del agua. Expresa que cuando los pescadores ponían un pez, que se llamaba mapalé, sobre las tablas en los puertos, éste comenzaba a brincar y a saltar, por estar fuera de su hábitat.
“Entonces, el negro africano trataba de imitar lo que hacía el pez e interpretaban eso con su fuerza, con su movimiento, con su salto y con sus brincos, al momento de bailar”, expresa Sierra.
Aprecia que otros dicen que no, que el mapalé es una danza que viene del Congo, de la parte africana y que le llamaban así. Otras versiones están enfocadas en que es un tambor que también se llama mapalé. Hay muchas historias que se tejen en torno a esta danza.
En el libro ‘Carnaval de Barranquilla, la Fiesta Sin Fin’ la antropóloga Mirtha Buelvas define el mapalé como una danza con evocación de la herencia africana, caracterizada por el sonido de tambores y el intenso movimiento corporal.
El mapalé se baila en pareja, en algunos casos de manera separada, a partir de pasos cortos acompañados de un ritmo acelerado, haciendo dos filas, una frente a la otra, simulando una especie de enfrentamiento, realizando movimientos hacia adelante y hacia atrás.
Las y los bailarines pueden hacer pasos libres, para atraer a su pareja. Son movimientos frenéticos y hasta pueden verse con expresiones de erotismo.
En cuanto al vestuario, los hombres utilizan un pantalón por encima de los tobillos, con el torso desnudo, mientras las mujeres una prenda corta a la altura de las rodillas y un top o camisa corta con un nudo en el centro.