Pasar al contenido principal
CERRAR

San José del Guaviare, un territorio de paz y turismo mágico en la naturaleza

Luego de la firma de los acuerdos de paz, San José del Guaviare le ha abierto las puertas a miles de turistas para que disfruten de increíbles paisajes naturales.
Turismo en San José del Guaviare
Fotos: Diego Cuervo
Diego Cuervo

A orillas de un majestuoso e imponente río se erige una tierra cuyos habitantes han pasado página en el libro de la violencia para escribir una nueva historia de paz, reconciliación y crecimiento económico. San José del Guaviare, mismo nombre del afluente que lo baña, es tierra de todos. Sí, de chocoanos, paisas, metenses, bogotanos y personas de un sinnúmero de regiones que llegaron hace décadas para nutrir de multiculturalidad a estas tierras.

Algunos de aquellos colonos tuvieron que partir por los embates del conflicto y la violencia, pero hoy, luego de varios años, han comenzado a regresar para disfrutar -algunos- y para mostrar -otros tantos- las bellezas naturales que yacen en esta zona selvática donde se une la Amazonía y la Orinoquía.

Selvas húmedas tropicales, bosques, pinturas rupestres, cavernas naturales, raudales y universos mágicos de flora y fauna, fueron “tapados”, e incluso estigmatizados por cuenta de grupos armados y economías ilegales que operaban en el territorio. Ahora, gracias al trabajo de comunidades campesinas, agencias de turismo, instituciones locales e internacionales, renacen para que el mundo entero las admire y disfrute.

Juan Guerrero es oriundo de San José del Guaviare, en algún momento de su vida se interesó por el baile, especialmente por el joropo, pero los azares del destino, o simplemente porque éste lo quiso así, lo llevaron a convertirse en guía turístico para enseñarle a miles de personas las maravillas que esconde esta zona de Colombia.

“El Guaviare es una tierra hermosa, llena de riqueza natural, de personas amables que le están apostando al turismo como una fuente de empleo, de oportunidades latentes para el crecimiento económico y personal”, señala Juanito, como lo conocen cariñosamente.

Junto a Juanito emprendimos un recorrido que, si bien es exigente físicamente, permite tener una conexión intima con la naturaleza en todo su esplendor. Al final del día los pies duelen, pero la mente y el alma se rejuvenecen luego de aquella experiencia.

Puerta de Orión

“Esta roca, que está en formación, tiene al menos 16 millones de años. Es un emblema de la región. Si entras a Google y buscas San José del Guaviare, es una de las primeras imágenes que te va a aparecer”, explica Juanito sobre esta maravilla natural con forma de puerta; aunque como él mismo especifica, “aquí la imaginación aflora y cada uno ve lo que quiere ver”.

Esta formación rocosa mide unos 12 metros de altura y está rodeada por una extensa vegetación que hace parte de la Reserva Forestal Serranía de la Lindosa. Todos se preguntan el porqué de su nombre, y, según los pobladores, se debe a que a través del orificio que tiene en la parte de arriba se puede observar la constelación de Orión en las noches más despejadas.

“Al llegar aquí vamos a encontrar mucha formación rocosa, sabanas, quizás tal vez podemos encontrar algunos primates como el zocay, el mono capuchino, que le llaman también el mono ladrón, o una que otra serpiente. La magia de este lugar reside en que no es habitada por el hombre, solo venimos de visita”, indica el guía turístico.

El recorrido dura unos 40 minutos, el calor es inclemente, pero la zona es totalmente segura, propicia para admirar la belleza de la naturaleza y contemplar las formaciones rocosas que ofrece.

Foto


Te puede interesar: Helados Amazónicos, un negocio que contribuye a la conservación de la Amazonía

Río de colores

Luego de caminar unos cuantos kilómetros llegamos a un lugar que hipnotiza, no solo por su tranquilidad y la pureza del aire que se respira, sino por los alucinantes colores que visten al río Caño Sabanas. En el Guaviare llaman a todo por su nombre, y aquí no es la excepción.

La responsable de darle vida a este paisaje que parece sacado de un cuadro es la Macarenia Clavijera, una planta semiacuática que saca su mayor esplendor cuando el Sol pega con más fuerza sobre la sabana. Al igual que en Caño Cristales (departamento del Meta) aquí el río se viste de rojo, verde, morado y otros tantos colores que lo hacen un lugar único para disfrutar con familia o amigos.

“Esta planta es conocida como la “Ninfa de las aguas”, en estos momentos está bajo el agua, pero una vez se seca el caño en temporadas de verano, ella se queda ahí dando su semilla para volver a brotar y sacar sus colores cuando llegan las lluvias”, afirma Juan.

Con el pasar de los años este lugar ha ido cobrando cada vez más importancia, no solo turística sino también ambiental. En sus orillas ya no se hacen los llamados “paseos de olla” ni otras actividades sociales, ahora los pobladores, agencias de turismo y otras entidades trabajan y velan por su cuidado y protección. De hecho, en el lugar no es permitido que los turistas toquen el agua con sus manos, esto con el fin de que no se contamine con los bloqueadores o repelentes que suelen aplicarse para visitar el lugar.

Foto

Cavernas rupícolas

Seguimos el sendero. En cada uno de los lugares que transitamos abunda la tranquilidad, el verde de la selva y los sonidos de las aves que también abren sus alas en los cielos. Así llegamos a un lugar que no está en los primeros lugares de los paquetes turísticos o en las páginas de internet, pero que nos remonta a millones de años atrás, a la historia misma de la vida, pues de estas cavernas naturales aflora agua no solo para el ecosistema natural, sino también para los habitantes de San José.

En esta ruta el silencio es aún más profundo, la exuberancia de la selva nos abraza para luego presentarnos el dormitorio de los murciélagos. Allí también nos encontramos a Wendy Meller, otra guía profesional de turismo que dedica su vida a mostrar las bondades de su departamento, de su terruño.

“En este destino también se puede disfrutar de la aventura, del afloramiento rocoso, de los murciélagos y del gallito de roca, que es una de las aves más representativas de la región”, añade Wendy.

Foto


Conoce aquí: Comunidad de San José del Guaviare recibió nueva planta de transformación de sacha inchi

Tanto ella como Juan coinciden en que luego de los acuerdos de paz firmados entre la extinta guerrilla de las Farc y el gobierno colombiano, el turismo en San José del Guaviare ha crecido de manera significativa, aunque de manera sostenible y responsable preservando el medio ambiente. 

“Después del acuerdo de paz logramos que el Guaviare perdiera ese estigma de ser peligroso, o que no se podía venir a visitar. Gracias al voz a voz se ha logrado que Guaviare sea un destino turístico fuerte donde se pueden vivir muchas aventuras”, añade Meller.

Esta nueva realidad que vive el departamento no solo ha beneficiado al casco urbano o a quienes trabajan en las agencias de turismo, sino también a pobladores de las zonas rurales que viven muy cerca de estos atractivos naturales. Los guías turísticos aseguran también que, en gran medida, el turismo se ha potencializado en San José de Guaviare gracias al trabajo colaborativo entre las comunidades.

“Las agencias de turismo han logrado que no solamente la economía quede dentro del casco urbano, sino que se expanda a los lugares, a los atractivos. Como por ejemplo hoy poder almorzar en la finca de doña María, al día siguiente en la finca de otra familia y así con cada actividad que se realiza. Hay personas que viven en sitios muy alejados y el turismo es muy importante para su sustento”, explica Wendy.

Recientemente el Gobierno Nacional lanzó en San José del Guaviare la estrategia “Turismo para una cultura de paz”, que busca fortalecer los territorios turísticos de paz del país. La estrategia, diseñada por el Ministerio de Comercio, Industria y Turismo, busca impactar a 3,5 millones de habitantes de los 88 territorios turísticos de paz focalizados.

Las pinturas rupestres de Cerro azul, pozos y túneles naturales, la laguna Damas de Nare (para nadar con delfines de agua dulce), Trankilandia, o la Ciudad de Piedra, son otros atractivos naturales que le ofrece al mundo San José del Guaviare, una tierra que es sinónimo de historia y paz, y en la que se evidencia la riqueza geológica, biológica y cultural de nuestro país.

 

Thumbnail
Thumbnail
Thumbnail
Thumbnail
Thumbnail
Thumbnail
Thumbnail
Artículos Player