Uribe, Meta: un destino emergente para el turismo de naturaleza
Desde la firma de los acuerdos de paz en 2016, el municipio de Uribe, Meta, ha experimentado transformaciones significativas. Según muchos de sus habitantes, estos cambios han sido positivos.
El impulso al turismo de naturaleza ha sido una de las principales estrategias de desarrollo, involucrando especialmente a la población joven. En paralelo, se han fortalecido los proyectos agrícolas y pecuarios, con una ampliación de las áreas cultivadas, que en promedio oscilan entre una y tres hectáreas por cultivo. Entre los productos más sembrados destacan el plátano, la yuca, la papaya, el maracuyá y la sandía, entre otros.
Las iniciativas turísticas han permitido descubrir y promover rincones antes desconocidos del municipio, como cascadas, el Cañón del río Guape, senderos ecológicos y sitios de avistamiento de aves y otras especies de la región. Incluso, muchos habitantes desconocían la riqueza natural que los rodeaba.
Arbey Cortés, líder juvenil y actual Enlace de Turismo del municipio, destacó el crecimiento del sector: “en el último año, en promedio unos 6 mil turistas de todo el país y el mundo nos han visitado, ya se ha organizado con todas las de la ley todo lo concerniente y hay entidades locales y departamentales respaldando que todo funciones bien, además se ha generado trabajo especialmente para la juventud, en cerca de diez empresas de turismo que ya se han formado”.
Por su parte, Miguel Ángel Casanova, secretario de Turismo de Uribe, señaló que uno de los principales desafíos ha sido superar el estigma asociado a la región: “en este municipio el estigma es lo que nos ha afectado un poco, porque el territorio es una zona de paz y tranquilidad ya de sus maravillas naturales y la calidez de su gente son las que hablan más que los malos comentarios”.
En cuanto a la sostenibilidad ambiental, las comunidades locales han tomado acciones concretas. Dayana Arias, habitante de la vereda El Vergel, explicó: “acá vamos a sembrar árboles en los alrededores de los caños y ríos y también con árboles nativos vamos a reforestar el punto de partido donde salen los turistas por el cañón del rio Guape, con el fin de hacerlo un sendero natural y así crear conciencia del cuidado de la naturaleza en todas sus expresiones”.
Los proyectos agropecuarios también han cobrado relevancia. Érica Hernández, docente en la vereda El Diviso, destacó el compromiso de la comunidad educativa: “por iniciativa propia de los menores y de los padres de familia, se han iniciado proyectos en porcicultura, cría de pollos de engorde, cultivo de aguacate, y cría de cachamas los cuales son los menores quienes cuidan y sacan adelante, esto con el fin de fortalecer el relevo generacional en las labores de campo”.
Suministrado por: Érica Hernández
En términos generales, las comunidades de Uribe continúan construyendo paz a través del trabajo y el desarrollo sostenible.