Pasar al contenido principal
CERRAR

Víctor Gutiérrez: 85 años de un compositor de marca mayor

El pasado 10 de marzo llegó a sus 85 años de vida el legendario compositor Víctor Gutiérrez. Por eso es nuestro Artista de la Semana.
Radio Nacional de Colombia

Enumerar las creaciones musicales del multiinstrumentista, cantante y compositor Víctor Manuel Gutiérrez González es tanto como repasar a vuelo de pájaro la historia de buena parte de la música bailable colombiana y latinoamericana desde la década del setenta, incluyendo el repertorio canónico de cada diciembre.

Baste, para la muestra, recordar algunas de las creaciones que le cantó Pastor López, como “Golpe con golpe”, “Fue por una cerveza” y “Triste navidad” (también grabada por el Combo de las Estrellas en voz de Jairo Paternina); algunas otras del dueto Manduco como “La suavecita”, “Con paso fino”, “Cuando el río suena” o “Y por eso la dejé”, un clásico del repertorio de La Billo’s Caracas Boys y de Nelson y sus Estrellas como “Gitana”, la ranchera “La otra” en voz de Helenita Vargas, la cumbia “Esta noche es mi noche” grabada por Los Melódicos, “Bríndame una copa” y “Me voy para Medellín” de El Combo de las Estrellas, “El aguardiente” de Los Ocho de Colombia y muchos más, grabados también por baluartes como Nelson Pinedo, Leo Marini y Miltinho. Todo eso, incluyendo el arreglo de una pieza compuesta por su esposa, Heidi González, que se convirtió, en voz de Pastor López, en el himno de quienes no logran llegar a casa en navidad: “El hijo ausente”.

Víctor Gutiérrez tiene a su haber más de 500 composiciones y más de 3.000 arreglos, una obra digna de una vida de viajes, giras y aventuras que pareciera haber sido extraída de una película.

Nacido en Girardot el 10 de marzo de 1939 en una familia melómana, desde pequeño se interesó por sacarles notas a los instrumentos, y de manera autodidacta aprendió a tocar dulzaina y acordeón. Tanto, que a principios de la década del 50, invitado por el profesor santandereano José Rodríguez, integró la nómina del legendario grupo infantil Los Pequeños Vallenatos, en el que también trasegaron Alfredo Gutiérrez y Arnulfo Briceño. Con ellos realizó giras por Venezuela, Perú y Ecuador. Poco después conformó Los Juveniles Vallenatos, con los hermanos Alfonso y Ernesto Hernández.

Luego decidió trasladarse a Cartagena, donde se enroló en la Marina mientras estudiaba en Bellas Artes con maestros de la talla del compositor Adolfo Mejía Navarro. Para ese momento ya tocaba también la flauta, el saxofón y el clarinete, lo que le permitió ser convocado por agrupaciones como la Orquesta Melodía, Pedro Laza y sus Pelayeros, las orquestas de Rufo Garrido y de Pacho Galán, y la Orquesta A No. 1.

En Cartagena, Gutiérrez fue invitado por los hermanos Hernández, de Los Juveniles Vallenatos, para crear junto con ellos una agrupación bailable en Bucaramanga llamada Los Be-Bops. Hicieron parte de ese grupo también el trompetista y compositor Álvaro Serrano, el contrabajista Carlos Acosta de Lima y un joven pianista momposino llamado Jimmy Salcedo. Los Be-Bops se afincaron en Barranquilla, grabaron tres discos con el sello Tropical y en 1965 se hicieron acreedores a la Orquídea de Plata Philips, de la casa disquera de igual nombre, lo que les permitió salir de gira por Europa y, de allí, a varios países del Medio Oriente.

De regreso a España y ya desintegrados Los Be-Bops, el músico hizo parte de la legendaria orquesta Lecuona Cuban Boys, apadrinada por el célebre pianista y compositor cubano Ernesto Lecuona. Justamente en Madrid conoció al cantautor argentino Alberto Cortez, a quien se une en calidad de bajista durante cuatro años. Con él recorrió toda América, hasta que le fue ofrecido un contrato para trabajar en el sello venezolano TH como director artístico. Gutiérrez aceptó, entre otras razones, para poder estar más cerca de su familia en Colombia. Allá llegó con muchas composiciones escritas y con las ideas de otras que llegarían.

De regreso a Bogotá a principios de la década del 80, Gutiérrez se vinculó al sello CBS como director artístico. En busca de un proyecto exitoso de sonido tropical en el que pudiera seguir difundiendo su obra, en 1985 crea Manduco, dueto integrado por su hijo Víctor, “Junior”, y por su sobrino, Jorge Gutiérrez. Con ellos logró grabar dos discos en el sello, más otros tres en Sonolux, dejando para el público las composiciones de grata recordación ya mencionadas.

En la actualidad, Víctor Gutiérrez continúa siendo un inquieto trabajador de la música, y desde hace un tiempo viene fraguando el regreso de Manduco a los escenarios, como él mismo ha dicho, para “volver a llenar de música todos los países de habla hispana”.

El pasado 10 de marzo llegó a sus 85 años de vida el legendario compositor Víctor Gutiérrez. Por eso es nuestro Artista de la Semana.

Artículos Player