“El Poeta”, “El Seco”, “El Flaco de Oro” y “El Romancero del Vallenato” han sido algunos de los sobrenombres cariñosos que ha recibido a lo largo de su vida uno de los grandes letristas del género. Nacido en Valledupar el 12 de septiembre de 1940, el compositor Gustavo Gutiérrez Cabello ha determinado un antes y un después para las letras del vallenato. Su interés en las situaciones de orden romántico hizo que se desmarcara de la tradición juglaresca y descriptiva de buena parte de sus contemporáneos, para centrarse en letras que le cantan al amor, a las penas del alma, a la amistad y a la familia. Él mismo afirma haber sido siempre un amante de la naturaleza, de la introspección y de la soledad como inspiradoras de su obra.
Dice el investigador José I. Pinilla en su libro “Cultores de la música colombiana” sobre el compositor valduparense: “Es dueño de la rara vena romántica del vallenato puro que, mezclada con las notas de un acordeón, forman bellas y melancólicas canciones que saltan a los campos nacionales, rivalizando a veces con otros grandes del vallenato. Las engalana con flores y sentimientos propios, haciéndolas dulces y elegantes”.
Gutiérrez creció en el seno de una familia de arroceros y desde su niñez se familiarizó con el canto y la interpretación de la guitarra y el acordeón-piano. Luego de haber estudiados su primaria y su bachillerato en instituciones de Valledupar y Bogotá, en 1970 se graduó de la Escuela de Administración de Negocios. Y mientras se desempeñaba en cargos conexos a esa profesión, como el de director de la Oficina de Turismo de Valledupar al cierre de la década del 70, empezó a hacer sus primeras composiciones y a grabarlas en su voz para el sello Fuentes. Desde 1987 hasta 2005 fue además vicepresidente del Festival de la Leyenda Vallenata.
Creaciones en aire vallenato como “Confidencias”, “Sin medir distancia”, “Así fue mi querer”, “Mi niño se creció”, "Camino largo", "Alma herida", "A un ladito del camino", "Si te vas te olvido", "Lloraré", “Paisaje de sol", "Calma mi melancolía", "El cariño de mi pueblo" y “No sé pedir perdón” han hecho de Gutiérrez Cabello una figura imprescindible dentro de la pluma vallenata, a cuyas tradiciones dio un giro como pionero del vallenato romántico. Ello lo ha convertido en uno de los creadores favoritos de músicos como Los Hermanos Zuleta, Jorge Oñate, El Binomio de Oro, Los Betos, Iván Villazón, Silvio Brito y Alfredo Gutiérrez.
A partir de la obtención del premio a Mejor Canción Inédita en el Festival Vallenato de 1969, su carrera ha ido de la mano con el devenir de la música de acordeón. En 2013, el administrador de empresas de profesión y poeta del vallenato por vocación, tuvo el honor de ser el artista homenajeado en el Festival de la Leyenda Vallenata, y sus canciones siguen haciendo parte del repertorio más requerido por todos los intérpretes del vallenato, tanto tradicionales como actuales.
El 12 de septiembre llega a sus 80 años de vida Gustavo Gutiérrez Cabello, “El Romancero del Vallenato”. Por eso es nuestro Artista de la Semana.