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Diez años sin Marco Rayo

Su composición más famosa es la cumbia 'Cartagena de Indias', pero también se le sigue recordando por los bambucos 'A mi Colombia' y 'Yo tumbo el rancho'.
Foto: Colprensa.

Marco Antonio Rayo Tasamá nació el 15 de abril de 1918 en Cartago, Valle. Fue intérprete empírico del tiple, al igual que su hermano Célimo, y a pesar de haberse ganado la vida en un principio como carpintero, decidió que lo suyo era la música. Así, de Cartago viajó a Cali en donde integró un trío que se presentaba en las noches de aficionados de la emisora Aires del Palatino.

Poco tiempo después, en 1952, en Palmira, fundó su Trío Canvall, al lado de Kiko Bejarano, Oloferne González y Alberto Avendaño, que una vez en Bogotá se convertiría en la agrupación de planta del espacio “Coltejer toca a su puerta” y que poco después empezaría a triunfar en Miami con composiciones propias de Rayo como “Incomprensión”, “No te puedo olvidar”, “Noble compañera” y “Temor de olvido”.

En 1961, al lado de Víctor Rayo, Alex Valero y Ernesto Hernández fundó su agrupación más exitosa, Los Vlamers, una especie de sigla que significaba “vocalistas latinoamericanos”. Por ella pasaron también otros importantes cantantes como Lely Méndez, Tony Valdez y Arnulfo Briceño.

El investigador musical Jaime Rico Salazar recuerda en su libro “La canción colombiana”, cómo en 1964 “se fueron para México a cumplir un contrato. Pero les pusieron muchos problemas y no los dejaron trabajar, razón por la cual la Asociación de Artistas Colombianos, Adecol, que entonces presidía Jaime Hernández, le declaró un veto a los artistas mexicanos en Colombia”. En 1966 regresaron al país azteca, y una vez solucionados los inconvenientes, lograron impresionante éxito sus canciones “Linda Lupita” y “Quinceañera”, esta última en coautoría con Arnulfo Briceño.

El investigador Alfonso de la Espriella recalca en su libro “Historia de la música en Colombia a través del bolero” que en sus últimos años Rayo se dedicaba a un proyecto musical llamado “Un canto a Colombia”, “que en varios ritmos le rinde un homenaje a la gran mayoría de ciudades capitales de nuestro país”.

La composición más famosa de Rayo (si descontamos el jingle comercial de una famosa marca de margarina) seguirá siendo la cumbia “Cartagena de Indias”, pero también se le sigue recordando por los bambucos “A mi Colombia” y “Yo tumbo el rancho” (también conocido como “Pienso tumbar el rancho”) y por las cumbias “Isla de Salamanca”, “Sabrosona”, “No faltaba más”, “En una noche azul” y “Ojos de serenata”.

El 11 de junio conmemoramos una década de la partida del compositor y director de orquesta Marco Rayo. Por eso es nuestro Artista de la Semana.

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