148 músicos de seis departamentos conforman las Estudiantinas Regionales, Sonidos para la Construcción de Paz, un proyecto que tendrá su lanzamiento el próximo 26 de noviembre en Santander de Quilichao (Cauca).
Un proyecto que nace a partir de los lineamientos del programa Sonidos para la Construcción de Paz, donde se favorece el fortalecimiento del entorno y las oportunidades laborales dignas.
En este sentido, se trata de fortalecer organizaciones, redes, asociatividad, procesos formativos y los derechos culturales para la ciudadanía, y desde allí se impulsan las agrupaciones de carácter tradicional, sinfónico, coral, bandístico, entre otras, que han sido identificadas como referentes en los procesos interpretativos y formativos en las diversas regiones que integran el territorio sonoro del país, reconocidos en el Plan Nacional de Música para la Convivencia.
¿Qué son las Estudiantinas?
Las Estudiantinas son conjuntos musicales formados por estudiantes universitarios que cantan canciones populares acompañándose de diversos instrumentos, sobre todo de cuerda, y ataviados con trajes de época que cubren con una capa. También conocidas como tunas.
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Bajo la dirección artística de Fabián Forero, cada una de estas Estudiantinas está coordinada por destacados músicos colombianos con un gran palmarés musical y una amplia formación en las músicas tradicionales de la región Andina Colombiana.
¿Cómo funcionan las Estudiantinas Regionales?
El funcionamiento de la Estudiantinas Regionales se realiza en las ciudades de Cali, Tunja, Medellín, Bucaramanga, Neiva y Pereira, donde se cuenta con organizaciones aliadas como las fundaciones Casa de la Música de Medellín, fundación cultural El Tuco Reina de Neiva, la Corporación Beacao de Pereira y Fundación Armonía de Bucaramanga y en la coordinación nacional está la Fundación Canto por la Vida de Ginebra – Valle del Cauca en Convenio con el Ministerio de las Culturas las Artes y los Saberes.
Las Estudiantinas en la región andina del país han permanecido discretamente en algunas escuelas de música y recientemente las universidades han abierto espacios a estos instrumentos de cuerda pulsada tradicional, lo que ha permitido que esta tradición ya centenaria de las estudiantinas, iniciada por la Lira Colombiana de Pedro Morales Pino a finales del siglo XIX en el Valle del Cauca, que a pesar de sus variadas combinaciones instrumentales tienen como base fundamental el tiple, la guitarra y la bandola, siguiendo con esta historia tenemos al Trío Morales Pino que ha sido el más representativo en la historia nacional y continuada por importantes agrupaciones como la Orquesta Nogal e importantes tríos de diferentes ciudades de la región andina colombiana.
A pesar de su amplia historia, por primera vez se cuenta con el apoyo nacional mediante el programa Sonidos para la Construcción de Paz y fue realizado a través de una convocatoria nacional para que directores e instrumentistas tuvieran la oportunidad trabajar en una actividad que saben desempeñar perfectamente por el cual se les remunera de manera digna a los más talentosos músicos de las cuerdas pulsadas de la región andina colombiana.
El 25 de noviembre, más de un centenar de músicos de distintas partes del país estarán en un mismo escenario en el encuentro departamental Sonamos a Mar, Valle y Montaña que se realizará en Cali, en la Sala Beethoven a las dos de la tarde.
Asímismo, al día siguiente, el 26 de noviembre, se llevará a cabo ‘Celebra la Música 2023, sonidos para la construcción de paz’, con un concierto presentando las seis estudiantinas en el Polideportivo Los Guasimos en Santander de Quilichao, Cauca a partir de las cinco de la tarde con entrada libre.