Comenzó este año en nuestro país la aplicación y despliegue de una de las estrategias más ambiciosas lideradas por el Ministerio de las Culturas, las Artes y los Saberes –a través del Viceministerio de las Artes y la Economía Cultural y Creativa y desde la Dirección de Artes–, para construir y fortalecer Culturas de Paz por y para la ciudadanía: el Programa Sonidos para la Construcción de Paz, (PSCP) iniciativa puesta en marcha mediante el fomento y fortalecimiento de prácticas, expresiones y pensamientos artísticos y musicales en su diversidad, desde una perspectiva de garantía de derechos, cuyos resultados se empezaron a evidenciar en todo el territorio colombiano.
Sonidos para la Construcción de Paz, que en 2023 ha centrado sus esfuerzos en fortalecer el ecosistema musical colombiano para posteriormente alcanzar las demás artes y saberes, está cimentado en la garantía de los derechos culturales y educativos, la disminución de las brechas sociales y la facilitación de las condiciones para el acceso y disfrute de estos derechos en el territorio nacional, por medio de 5 niveles de acción:
- Estimular el contacto de los ciudadanos con la música, en términos de derechos culturales.
- Fortalecer el vinculo de la música como estrategia de desarrollo social y/o educación complementaria, para lo cual se articulan con el alcance de las redes de escuelas de música municipales y de la Fundación Nacional Batuta, entre otros agentes.
- Incorporar en la educación escolar programas de educación musical de calidad, enriquecidos a partir de elementos propios de nuestras músicas autóctonas, enfatizando el aprendizaje colaborativo grupal: orquestas, bandas, coros, estudiantinas, etc.
- Fortalecer la educación superior en música e integrarla a los contextos y ambientes en donde se puede aplicar y circular para extender y optimizar su alcance.
- Desarrollar las artes y la música en términos profesionales para amplificar su impacto y preservar el patrimonio musical colombiano, práctica que se espera filtre su solidez y sofisticación estructural a los niveles anteriores, para articular sus beneficios con las capas iniciales.
En este último nivel de acción se encuentran la Orquesta Sinfónica Nacional de Colombia y las agrupaciones recientemente creadas, el Coro Nacional de Colombia y la Banda Sinfónica Nacional de Colombia, conjuntos de altísimo nivel artístico que aterrizan uno de los derroteros más complejos y asímismo de urgencia impostergable: la generación de empleo digno en la música profesional, que abarque el amplio espectro de su ejercicio.
Las agendas de estas agrupaciones garantizaron su circulación en 2023 a todos los rincones del territorio nacional. Un ejemplo de ello, entre muchos otros, lo constituye el concierto que ofreció en el malecón de Quibdó la Orquesta Sinfónica Nacional ante 7.000 personas el 20 de diciembre, visita que además incluyó presentaciones en la cárcel, en hospitales y en el ancianato del municipio, además de actividades pedagógicas con la Orquesta Libre de Quibdó, proyecto creado por la Fundación Nacional Batuta hace 10 años. Hablamos pues de una forma de ejercio profesional que va más allá de tocar con grandes artistas de renombre internacional, impactando a diferentes públicos de otras regiones apartadas de las grandes urbes, fortaleciendo vínculos pedagógicos y ofreciendo un panorama real y posible del ejercicio de la música profesional en Colombia.
Esperamos reportar desde Radio Nacional de Colombia unas agendas igualmente prósperas, generosas e incluyentes para el Coro Nacional y la Banda Sinfónica Nacional en 2024, luego del brillante y promisorio inicio que las audiencias presenciaron este año.