El sector cafetero en Norte de Santander se está fortaleciendo y gran parte de esa labor es liderada por la Cooperativa de Caficultores de Catatumbo, fundada en el municipio de Convención el 22 de marzo de 1980 por 28 caficultores líderes naturales de la región del Catatumbo.
Desde su fundación, la cooperativa se ha caracterizado por tener una gran participación de mujeres en toda su estructura asociativa y organizacional, es por esta razón que surgió la idea de crear una política GESI (igualdad de género, equidad y la inclusión social).
Durante el mes de octubre fue lanzada la política, siendo la primera Cooperativa de Caficultores en todo el país en implementar estas acciones, que promueven la integración y la participación.
Orígenes de la iniciativa
La cooperativa contaba con un documento de política GESI, que no había sido desarrollado ni validado. Según Julio César Jaimes, presidente del Consejo de Administración de la Cooperativa, dentro del equipo de colaboradores, con presencia en 25 municipios y 5 corregimientos del departamento, el 58% son mujeres mientras que solo hay un 19% de mujeres asociadas Esto despertó el interés de establecer de manera oficial la estrategia.
“Desde hace rato queríamos incursionar en la política de equidad de género, tuvimos el acompañamiento de la USAID, con el programa de Agricultura Sostenible, nos ayudaron a generar la política porque queremos tener más mujeres asociadas y también que ingresen más jóvenes. Es buscar acciones que aporten al cierre de desigualdades basadas en género, a la desigualdad social, en la edad o el origen étnico”, enfatizó Jaimes.
Dentro de los alcances, se puede destacar que, en primer lugar, promueven una estrategia de comunicaciones con enfoque GESI, es decir los boletines de prensa y demás piezas informativas no hablarán del caficultor o caficultores sino de las familias caficultoras, también se fortalecerá al acceso de mujeres y jóvenes a las líneas de crédito e insumos agrícolas.
Las mujeres cabeza de hogar tendrán tasas de interés más bajas y tanto jóvenes como mujeres recién afiliadas no deberán esperar un año para solicitar créditos, ahora lo podrán hacer a los 9 meses.
Desde entonces se viene trabajando en el proceso de socialización e implementación de esta, dándola a conocer a cada uno de los asociados.
“Hemos dado un paso muy grande en la cooperativa, nosotros queremos romper todas esas barreras todas esas brechas a las que se enfrentan, en nuestro primer año con esta política lo queremos enfocar a las mujeres y los jóvenes, para nadie es un secreto que el campo se está envejeciendo y queremos que los jóvenes encuentren un estilo y un proyecto de vida en el Campo”, resaltó Ana María Pérez, encargada del Área de comunicaciones Cooperativa.
Primeros cambios
Con los procesos de formación en catación y barismo, la Cooperativa de Caficultores del Catatumbo se ha ido acercando a los jóvenes, enseñándoles que el café y la vida cafetera van más allá del cultivo y tiene múltiples opciones.
Sin embargo, hay una acción que llamó la atención entre los directivos de la cooperativa y es que más allá de que la política generará diferencias entre los asociados masculinos, la reacción ha sido otra.
“Han sido los hombres los primeros en apoyar esta política, son quienes la han promovido, son mayoría en el consejo de administración el presidente de este consejo también es hombre y ha sido muy bonito ver como los mismos hombres han tomado esa iniciativa, de ayudarnos a crear las líneas estratégicas para fortalecer a mujeres y jóvenes”, puntualizó Ana María.
Entre otros alcances está el fortalecimiento de la base de datos y la gestión de la información, el fortalecimiento de la marca de cafés especiales de víctimas, jóvenes y mujeres y el aumento de la participación de jóvenes y mujeres en la base asociativa y la toma de decisiones.
Así mismo esperan que durante este proceso se establezca un descuento del 50% en la cuota de afiliación para jóvenes y mujeres, crear un semillero de mujeres y jóvenes líderes y presentar ante la Asamblea un cambio estatutario para permita que las y los jóvenes (18 a 35 años) puedan afiliarse mediante la cédula cafetera o cacaotera de un integrante de su núcleo familiar.